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Opinión y fundamento

Viernes, 18 Enero 2013 11:19
Matego C´mon

Todo tiene un límite

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¿Qué está sucediendo con la ya conocida capacidad Morenovallista para controlar todo movimiento y necesidad que “requiere” la ciudad de Puebla? ¿Acaso se están agotando los “súper poderes” de nuestro queridísimo Gobernador adquiridos por la magia del autoritarismo y la represión social? ¿Es acaso EPN la “Kriptonita” de “Súper Rafita”? ¿Por qué limitarse entre ellos siendo producto de la misma mediocre estirpe (Priistas) que los defecó aun y cuando Rafita ha cambiado de “color”?

¿Es acaso el comienzo del fin? ¿Qué pasa Rafita? ¿Te sientes bien? ¿Quieres un abrazo?

Y es que pareciera contradictoria y cobarde la actitud de EPN al mandar a suspender las actividades desarrolladas para el teleférico poblano e interferir en los proyectos egocentristas del gobernador Rafael Moreno Valle.

Contradictorio por el afín que se tienen estos dos actores basado en el Priismo inherente que representan así como la similitud en las decisiones que toman y principalmente por el hambre de poder que muestran en cada acción que los precede.

Cobarde por la indirecta intromisión de EPN por medio del INAH, independientemente de las capacidades institucionales que el mismo ente representa, ya que, en el sexenio anterior dicho instituto permanecía “calladito” y obediente ante las decisiones que nuestro Gobernador “dictaba”, dando a entender que, sin importar cuanto costara o representara, nuestro Gobernador podía hacer y deshacer con la ciudad y el patrimonio histórico lo que le plazca.

Recordemos que la ciudad de Puebla ha sido reconocida internacionalmente por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad y ha sido un trabajo continuo el que se ha desarrollado para mantener dicho reconocimiento, proceso que no ha sido sencillo y que a la ciudad le ha costado, económica y socialmente hablando, en demasía. Llámense reconstrucciones, investigación, hallazgos importantes, el trabajo realizado por el INAH ha sido socavado por los intereses egocentristas, ridículos y poco funcionales de un gobernador que no se ha dignado en analizar y dirimir las verdaderas necesidades de la ciudadanía poblana.

Aunque ahora, estamos observando como poco a poco los “súper poderes” de nuestro gobernador están encontrando límites. Hablo de “súper poderes” refiriéndome a que durante este gobierno presentaba inmunidad ante las prohibiciones, críticas y señalamientos que diferentes entes anunciaban al mandatario en contra de los ambiciosos proyectos que ideaba y al final pesara a quien le pesara, siempre concretaba.

Y es que ahora no solamente es el INAH quien le hace frente, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) se muestran contrarios a la construcción del controversial Teleférico Poblano así como a la ridícula y pésima copia de la Rueda de la Fortuna estilo Londres que el Consejo Nacional de Monumentos y Sitio (Comité Estatal de Puebla) también censura y establece en su misiva como:

 

…“falta de compromiso de las autoridades federales, estatales y municipales hacia la protección y conservación de nuestro patrimonio cultural” […] Nos preocupa sobremanera que cada sexenio se proponen  “magnos proyectos” que no son obras demandadas por la sociedad ni obedecen a las necesidades de la ciudad ni al deber de conservación y recuperación del patrimonio urbano y arquitectónico que debería ocupar a nuestras autoridades”.

De esta manera es como poco a poco observamos el debilitamiento gradual y la subjetividad de la inmunidad que nuestro gobernador representa o representaba. Esperemos que esto no se quede establecido únicamente en el papel y que por fin trascienda más allá de simples recomendaciones y por fin nuestro gobernador atienda y entienda realmente aquellas necesidades primordiales que la ciudadanía poblana requiere.

Todo tiene un límite señor Gobernador y ya es momento que lo entienda.