Monday, 20 de May de 2024

Opinión y fundamento

Miércoles, 24 Abril 2013 22:50
Matego C´mon

¿Dónde estamos los jóvenes ahora?

Por :
  • Imprimir
  • Email

Columnas Anteriores

 

Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica. Salvador Allende

Se dice que nosotros los jóvenes en cada uno de nuestros respectivos países siempre seremos el futuro del mismo. A pesar de ser una obviedad, esta afirmación trae consigo un mayor significado (tendiente a evolucionar)  y no únicamente enfocado en el Progreso y Desarrollo de las Naciones. Aunque por otro lado, encierra una triste y muy cruda realidad fundamentada en el miedo al cambio sustancial por aquellos que detentan el poder y desean mantener el status-quo ya que, nuestra  capacidad como “agentes de cambio” inherente a nuestra naturaleza, siempre pondrá en entredicho y criticará el orden establecido.

Los Jóvenes en  México representan el 32% de la población total (Fundación Idea),  una cifra que nos alerta la importancia y el valor que estamos representando y que somos un grupo considerable de individuos capaces de revolucionar, si así nos organizamos, cualquier fenómeno o causa en la que intervengamos.

Desgraciadamente somos subestimados, al mismo tiempo también somos bastante influenciables, ya sea por nuestra falta de experiencias o por una educación tanto académica como familiar relativamente en desarrollo, ya que continuamos aprendiendo. Esto no significa que estemos ciegos, sordos o mudos; tampoco significa que no estemos interesados en los fenómenos políticos, sociales y culturales de nuestras naciones. Ya se ha demostrado que tenemos una fuerte participación activa en temas políticos y sociales; en el ámbito de la cultura es más que obvia nuestra participación (activa y creativa) expresando nuestras ideas y puntos de vista en una forma atractiva, colorida y con mucho sentido, así como el mensaje, ya sea social o inclusive sentimental, de la forma en cómo percibimos las cosas.

Al preguntarme ¿dónde están los jóvenes ahora? conlleva al análisis actual de la participación e injerencia colectiva, individual, física, digital, tecnológica, académica, etc… que nosotros los jóvenes realizamos dentro de un escenario plagado de enajenación visual, auditiva, educacional, informativa, entre otras, intentando alejarnos de la misma aunque siempre cayendo y sometiéndonos por lo complejo que representa ignorar estos factores.

Y es que dentro de una sociedad consumista como la actual, nosotros los jóvenes nos desarrollamos dentro de un ambiente meramente plástico, falso, donde las banalidades se convierten en necesidades y las necesidades en cursilerías.

Por otro lado, se observan las reducidas posibilidades con las que contamos para realizar y consolidar objetivos que, por cuestiones económicas, clasistas e inclusive de exclusión y racismo social nos vemos imposibilitados, o en su defecto llegamos a ser profesional e intelectualmente capaces de realizar cualquier actividad (económica, política, académica…) y somos rechazados por la edad o por un aparato burocrático tradicionalista quien nos somete a la insignificancia por nuestra “falta de experiencia” en el rubro.

Estos tipos de análisis ya se han realizado y, aunque segmentando los hechos, expresan datos interesantes sobre “las verdaderas causas” que nos determinan para alcanzar o no nuestras metas y/u objetivos. Se llega a la conclusión que, en su mayoría, muchos de los programas destinados al desarrollo y emprendimiento para nosotros lo jóvenes contienen una mirada adulto-céntrica (IMJUV)* es decir, a pesar de que no se nos toma en cuenta para la elaboración de los mismos, se jactan de publicar propuestas y programas “para los jóvenes” y a su vez, estos programas lo único que atacan es el problema mediático y jamás las verdaderas razones del problema o la situación, ¿les suena familiar?

Dónde estamos los jóvenes ahora, también representa el poder  que hemos adquirido con el uso de las Redes Sociales, como es  Facebook y  Twitter, que sin duda no son las únicas aunque sí las más representativas y que desde ya hace unos años forman parte de una compleja red de comunicación, sumamente fácil de operar y donde nosotros somos protagonistas continuos y circulamos de manera electrónica infinidad de información que nos mantiene día con día a la expectativa de aquello que nos interesa y además se ha generado una fuerte convocatoria, por medio de éstos, para dar seguimiento a los fenómenos más importantes (políticos, económicos, sociales, culturales, familiares…) tanto a nivel nacional como internacional, donde la reflexión, la opinión y la pluralidad de ideas se democratizan y realmente muchos podemos integrarnos.

A pesar de las críticas sobre éstas, la falta de responsabilidad en el uso de las Redes Sociales, la infinidad de basura informativa que circula en las mismas, la “suplantación de identidad” y la infinidad de defectos e inconvenientes que podamos encontrarles, no podemos negar el hecho de que forman ya parte de nuestras vidas y parafraseando al Doctor Miguel Carbonell “las redes sociales ya no son el Futuro, son el presente”.

Si de ese 32% de la población que representamos nosotros los jóvenes hiciéramos un esfuerzo para innovar, ser creativos, informarnos, usar responsablemente estos medios y sobre todo concientizar y valorar el poder que en nuestras manos tenemos tanto por  ser “agentes de cambio” (jóvenes) como el uso de estas Redes, muchos de los problemas que nos atañen encontrarían solución y no sería cualquier solución, sino aquellas sumamente creativas, plurales, incluyentes, activas y sobre todo de jóvenes para los jóvenes: la democratización de nuestro papel dentro de nuestras naciones, en la sociedad y entre nosotros mismos.



* Instituto Mexicano de la Juventud.