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¿Qué está pasando con Puebla y nosotros los poblanos?
Pudiera escribir infinidad de artículos en contra de nuestro Presidente y de la clase política poblana, los cuales, nos han comprobado el poco compromiso que tienen con la ciudadanía y lo menos comprometidos que están con las necesidades reales que nos atañen. Y es que es fácil desacreditarlos porque día con día dan mucho de qué hablar, dejando mucho que desear y se esfuerzan por hacer el ridículo con tanta sarta de idioteces con las que se llenan la boca; con discursos tan elaborados, aunque sin mensaje o proposición, que al final ni ellos lo entienden. Son tan “graciosos” que dan tristeza.
Pobres, me dan tanta lástima y más lástima me dan aquellos “representantes políticos de los intereses ciudadanos” quienes se doblegaron a los caprichos de nuestro Presidente Rafael Moreno Valle, quien, como niño rico, “puberto” y mal educado se las ingenia para obtener siempre lo que quiere. Y he ahí, la millonaria y famosa Rueda de la Fortuna (400 millones de pesos costará) que será reubicada por tercera vez, aunque ahora sí, en una zona más acorde a su ridiculez cirquera, en el “Parque Lineal” dentro de la zona de Angelópolis.
Aunque, no quisiera salirme de la pregunta inicial, y es que es aún más triste ver cómo nosotros, ciudadanos poblanos, no hemos hecho nada en contra de este tipo eventos. Por su parte, los padres de familia, alumnos y ex alumnos del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec, mediante manifestaciones, un amparo y acciones, que en momentos se tornaron un poco violentas, lograron que dicha rueda no se estableciera en esta institución aunque, por otro lado, sería interesante saber realmente qué sucedió desde el inicio.
¿Cómo fue que las construcciones en el terreno de la institución comenzaran sin el conocimiento de la gran mayoría de los padres de familia y alumnos? ¿por qué ahora, RMV, castiga al CENHCH quitándoles 30 millones de pesos prometidos con la construcción de dicha rueda? Bueno es más que obvia la razón de este castigo, aunque sumamente ventajoso, envidioso e irresponsable, por parte de RMV, quitarles dicho apoyo; que bien lo necesitaría el CENHCH y cualquier otra institución, y es que sin tan solo se incentivara y se apoyaran económicamente las instituciones educativas poblanas con el presupuesto que se destinaría a esta rueda, se lograría la remodelación y equipamiento con material escolar y tecnológico en aquellas escuelas primarias y secundarias de las comunidades con escasos recursos que año con año sufren las inclemencias de las políticas mediáticas, promesas de campaña sin cumplir y caprichos estúpidos como el de nuestro Presidente.
Es evidente la posible “negociación” que existió entre directivos del CENHCH y el presidente RMV para que este acontecimiento y descontento sucediera, aunque, por otro lado, es inadmisible que estos directivos, siendo ciudadanos igualmente poblanos y “comprometidos con la educación”, se dejaran manipular por los caprichos y berrinches de nuestro presidente y de igual forma permitir que el patrimonio institucional del CENHCH destinado a la formación académica de niños y jóvenes, sea violentada de esta manera y con ningún objetivo aparente o benéfico para los mismos. Nuevamente, que tristeza.
Al mismo tiempo y tomando como efecto de productividad y un “buen uso” a esos 400 millones de pesos, se pudiera remodelar el Instituto Poblano de la Juventud, tal vez dotándolo, por ejemplo, de excelentes equipos de computación, creando un laboratorio gratuito con Internet integrado, dando cursos gratuitos de computación y apoyando aquellos jóvenes que no cuentan con los recursos suficientes para tener una computadora propia y así puedan asistir al Instituto y hacer uso de este equipo.
O ¿por qué no? acondicionar, abastecer y mejorar los Comedores Municipales para aquellas personas que asisten a los mismos (generalmente indigentes) para obtener un plato de comida caliente y un lugar donde puedan dormir, que no sea la calle, aunque sea unos días de forma gratuita. Se entiende que esto sería tarea del Municipio aunque pudiera ser una tarea conjunta, ahora que se está da mucho eso de las “colaboraciones Estado-Municipio”.
O por ejemplo, ¿alguien ha puesto atención al funcionamiento, eficacia, eficiencia y la ruta que sigue la famosa “ciclo pista”? Pues déjenme decirles que la pésima construcción de la misma ya tuvo sus consecuencias y es que la semana pasada recorriéndola, algunos amigos y su servidor, nos percatamos de que ha sido gravemente dañada; al parecer, algún conductor irresponsable se impactó contra los pequeños pilares de concreto que demarcan la línea entre el carril de las bicicletas y el carril de los automóviles.
Esto sucedió en la avenida 4 poniente y 5 norte del centro histórico poblano.
He inmediatamente después, a unos siete metros adelante, sobre la misma “ciclo pista”, nos encontramos un tiradero de basura provocado por los mismos vecinos y comercios que la avenida 4 poniente alberga.
Entonces, aquí tenemos otro ejemplo en el que se puede usar un poco (solamente un poco) del presupuesto destinado a la dichosa Rueda y que realmente puede ser benéfico para la ciudadanía que gusta de usar la bicicleta como medio de transporte (y que actualmente se está popularizando): acondicionar “realmente” la ciclo pista con carriles adecuados y con dos sentidos, es decir, eliminar estos bloques de concreto que en realidad solo estorban y lastiman a los ciclistas, dando oportunidad de hacer un poco más amplios los carriles y colocar la separación de los mismos (automóvil-bicicleta) con líneas únicamente de goma (como las existentes actualmente), hacer valer de manera efectiva el Reglamento Vial tanto sobre ciclistas como automovilistas y que la Policía de Tránsito realmente cumpla con su objetivo: salvaguardad el tránsito automovilístico, las vialidades así como la seguridad del conductor y el transeúnte.
Finalmente, y sin responsabilizar completamente al gobierno Municipal y Estatal, también es importante tomar en cuenta el papel que como ciudadanía nos corresponde aceptar ante estos ejemplos expuestos, esto es, en cuanto a nosotros como ciclistas, respetar los señalamientos de tránsito y el sentido real de las calles, usar las protecciones y señales adecuadas al transitar, tanto de día como de noche, en las calles, respetar al transeúnte y utilizar la ciclo pista (la banqueta no es parte de la misma) y sobre todo ser conscientes en el uso de la bicicleta ya que, al subirnos a ella, nos convertimos en un vehículo y por lo tanto necesitamos transitar en la calle como los demás vehículos.
Qué está pasando con Puebla y nosotros los poblanos no únicamente significa responsabilizar al gobierno por sus fallas e incongruencias, quejarnos y manifestarnos, sino también corresponde a nosotros, como ciudadanía, responsabilizarnos en el cuidado, colaboración, participación, exposición y análisis de nuestras decisiones, acciones e ideas que vayan enfocadas hacia un bien o tal vez el desarrollo de algo, solo que también nos corresponde incluir a los demás, compartiendo responsabilidades así como los logros en los resultados.