Sunday, 19 de May de 2024

Opinión y fundamento

Martes, 18 Diciembre 2012 21:28
Matego C´mon

Aún así, lo hacemos

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¿Es posible generar armonía, tolerancia, igualdad, respeto y humildad en Navidad? Bueno, pues pareciera que sí, ya que muchas familias en México encuentran esta “oportunidad” para mostrar el lado más humano y desinteresado de su ser, dando ejemplos de vida así como la importancia de su religiosidad. Aunque, así como cada diez de mayo al año se festeja a las madres, la navidad solo sucede una vez.

Es por eso que debemos aprovechar, estamos de oferta en valores y sentimientos, como el “buen fin”,todo a mitad de precio o a meses sin intereses, barato, baratito. Se aprovecha para que la mercadotecnia y las grandes empresas comerciales se “sueltan el pelo”y se “aloquen” derramando productos y promociones difíciles de ignorar, al grado de convertir los festejos en algo estresante, compras de último minuto y un aguinaldo salarial que se ha terminado antes de navidad, todo por la “felicidad y la alegría del momento”.

Por otro lado, los propósitos para el siguiente año comienzan a maquilarse y los regalos de la temporada complementan perfectamente para dichos objetivos. Muchas veces nos decimos:“ahora sí, no hay pretexto para no hacerlo”, nos encontramos bajo el influjo de una misteriosa motivación.

Aunque bueno, pasa Navidad, Año Nuevo y esa misteriosa motivación se convierte inmediatamente en recuerdo del año pasado, ¿te suena familiar?

Y es que estar en contra de fechas como estas no viene al caso, que no se malinterprete, solo que la incongruencia, lo comercial, lo falso que llegan a ser aunado con el gran sarcasmo descrito en los primeros párrafos, rompe con todo esquema valorativo-espiritual y sentido humanitario de fechas como estas, dando a entender el poco contenido representativo en la vida del individuo, es decir, es la fecha que más exacerba el consumismo y el interés material, la extrema influencia de una cultura ajena a la nuestra y la combinación tan ridícula entre la religiosidad mexicana y el producto más famoso de la Coca-Cola: Santa Claus.

Es ya conocida la inevitable realidad que como pueblo y cultura nos representa, es tan usual esa bipolaridad y mezcolanza de dinámicas ajenas a lo que como mexicanos somos, aunado con la aceptación y adaptación de las mismas en nuestro actuar diario.

Se pudiera encontrar explicación del contexto en el pasado de nuestros pueblos aunque la colonización y el mestizaje poco tienen que ver con la influencia del poder mercadotécnico de un sistema enfermo por el consumismo e inestabilidad financiera, es decir, a pesar de la imposición e intervención que hemos sufrido por otras culturas y pueblos, nuestra autenticidad e idiosincrasia obviamente se ha visto afectada aunque la resistencia y autonomía en muestras culturales como las de nuestros pueblos indígenas prevalecen y son sumamente valoradas por algunos de nosotros.

Esta paradoja bien o mal sigue dando significados para nuestra cultura, fenómenos socio-antropológicos que se muestra por ejemplo en los migrantes e inmigrantes mexicanos, ya sea en su regreso a tierra mexicana y la hibridez de su actuar así como la interacción cultural que realizan estando en Estados Unidos de Norteamérica.

Aunque poco podemos hacer en contra de una mercadotecnia inteligentemente trabajada, bombardeando las 24 horas del día, es preciso retomar el análisis de paradojas como la mencionada, ese “estira y afloja” de nuestros rasgos “únicos” enfrentados con la globalización y el mercado con el propósito de encontrar respuestas y una nueva forma de resistencia.

De esta manera, la calidad en los valores humanos así como culturales, lejos de ser un producto comercial, son parte fundamental de la vida en el ser humano, desgraciadamente han sido ocupados por el sistema comercial como el medio más eficaz para el enajenamiento, el convencimiento y hasta cierto punto parte de la identificación hacia ciertos símbolos como innatos a nuestra cultura.

Y así sabiéndolo de antemano, se sigue perpetuando…… aun así, lo seguimos haciendo.

Felices Fiestas.