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Nos encontramos nuevamente en el proceso de Reflexión; la “alcantarilla” destapada sobe el caso del Municipio de Olintla ha generado la inquietud, preocupación e inconformidad de quienes estamos siguiendo este acontecimiento. Es un “olor” cargado de Nepotismo, Corrupción, violación de Derechos Humanos e Indígenas, Impunidad y un Gobierno intolerante e ignorante.
Sin la más mínima conciencia ecológica, cultural e inclusive histórica, se han violentado por la decisión “modernizadora” de un Gobierno inconsciente y represivo el carácter autóctono, autónomo y patrimonial que representan comunidades como Olintla aun siendo respaldadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el artículo segundo.
El estado de Puebla sigue siendo escenario y presa de un Gobernador digno representante de lo más crudo, irracional y patético del Neoliberalismo Político, Económico y Social: Rafael Moreno Valle
Considerado uno de los gobernantes más Autoritarios y Déspotas en la actualidad, el Gobernador Moreno Valle continúa el arduo trabajo por violentar las leyes y derechos de lo que en la teoría representamos “su ciudadanía” y es a su vez, el caso de la Hidroeléctrica en Olintla, una muestra más de Políticas Neoliberales en pro del Mercado Irracional, la privatización del espacio geográfico y las pocas o nulas oportunidades que los pobladores y poblaciones autóctonas tienen para restablecer su autonomía, expresar sus derechos y consolidar su reconocimiento, aunado con un gobernador poco comprometido en la representación real de los intereses ciudadanos.
Por otro lado, el Grupo México, empresa “encargada” en la construcción de dicha Hidroeléctrica, representa, de igual forma, un ente poco confiable y sumamente peligroso, ya que, no podemos olvidar que hace ya seis años, fue la misma empresa que estuvo relacionada con la trágica explosión de la mina Pasta de Conchos y que ahora, mediante este clima de Negociaciones Informales característico del Gobierno Morenovallista, ha logrado posicionarse y congratularse por medio de este proyecto.
Con las irregularidades encontradas en las negociaciones, es decir, un proyecto sin impacto ambiental, sin el consentimiento de la población, sin un objetivo claro y una dudosa intención en “pro de la comunidad” así como el encubrimiento de las verdaderas intenciones (económicas y políticas) por parte de los funcionarios Públicos como el Presidente Municipal Héctor Arrollo Bonilla, Fernando Manzanilla y por qué no, Rafael Moreno Valle, dicho proyecto apunta a ningún beneficio social, no generará los espacios adecuados para que el ecosistema, las comunidades autóctonas y la “modernización” convivan armónicamente, no existirá ningún respeto hacia la tierra y las propiedades de esta comunidad y mucho menos un impacto ambiental favorable.
Todo esto en razón a la modificación que el ecosistema sufrirá con la intervención de las máquinas y las construcciones al desviar el río Ajajalpan y todo lo que involucra la “limpieza” del lugar para concretar dicha Hidroeléctrica.
Es obvia la reacción de los pobladores, agrupaciones y activistas: estar en contra del descaro e hipocresía de las verdaderas intenciones (egocentristas, individualistas y autoritarias) del Gobierno Poblano, presentándose como la resistencia ante el abuso de poder y denunciando de manera enérgica la violación hacia los Derechos Indígenas, Humanos y de propiedad que estás acciones implican.
La ciudadanía y las comunidades dentro del Estado de Puebla se han cansado de tolerar y callar las violaciones que representan las pésimas decisiones que toman la Clase Política Poblana para decidir “el futuro y bienestar” del Estado ya que importa más el Desarrollo Económico que el Desarrollo Social y Humano, imperante sobre lo económico, así como importa más el bienestar de la Iniciativa Privada y la Clase Política antes que el bienestar de la Ciudadanía la cual ya ha dejado de creer y confiar en ella, grave problema para la Democracia Mexicana.
Y ejemplos sobran: el estúpido y ridículo Teleférico con un costo de 200 millones de pesos, aun y cuando el INAH ha suspendido dichas obras aunque no se sabe si las cancelarán, la innecesaria Rueda de la Fortuna, que ahora busca un nuevo espacio donde el INAH “no moleste” y el daño a patrimonio histórico como las casonas del Centro Histórico (la Casa del Torno y la Casa ubicada en la 2 oriente 205).
Por otro lado, el curioso caso de Nepotismo con Flores Toledano y la hipocresía del Antonio Gali Fayar al seguir negando su candidatura por la Alcaldía Capitalina y la prematura así como sancionable promoción.
Todo esto bajo el amparo de un Congreso Poblano sumiso, reprimido y vendido en pro del favoritismo político fundamentado en la corrupción y la impunidad que los caracteriza.