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Lo que viene siendo Puebla

Viernes, 05 Octubre 2012 05:50
Alejandro Sotelo

Migraciones e identidades trans-nacionales

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…yo recalcaba que era de México hasta que un día me sentí muy triste
porque me dijeron que ya era hora que dejara de decir eso
que era migrante y que ahora vivía en Canadá
Yo-Yo

I.    Migrar en el mundo

“Mi experiencia en Alemania, o más bien como una estudiante de intercambio, creo que se remonta al momento en el que me despedí de mi familia en el aeropuerto y uno empieza a hacerse cargo de sí mismo ya que en mi caso no estaba mi papá o mi mamá para cargar mis maletas cuando estaba cansada o decirme en qué sala del aeropuerto debía de esperar. Desde ese momento empieza la experiencia…” (Laura).

Según Carmen Cebada y Ricardo Contreras, “los procesos sociales que se dan en la migración tienen ‘historias particulares’ que se desenvuelven en las identidades culturales tanto ‘receptoras’ como ‘visitadoras’” (2012, p. 6) sin embargo, es necesario tomar en cuenta una serie de factores externos e históricos: “…bueno, mi hermana estaba ya estudiando allá y a mi mamá se le ocurrió la brillante idea de irnos a vivir allá y pues nos mandó a mí y a mi hermano y nos decía que era para un futuro mejor: ‘el sueño americano’ jajaja ‘sueño canadiense’ porque México ya se está poniendo muy feo en cuanto a todo, trabajo, seguridad, todo” (Yo-Yo).

Históricamente, el ser humano ha migrado por diversas circunstancias así como múltiples objetivos, así, es posible considerar la migración como un proceso de reconfiguración de las geografías sociales en el que se conjugan redes complejas de movilidad social en cuanto a economía, comunicación, política e historia en la búsqueda de diversos objetivos; asimismo, la identidad tiene un papel muy importante en este proceso, puesto que en un contexto de migración existe un encuentro de identidades, un contacto entre otros que se re-conocen en un diálogo politizado e histórico.

“Puedo decir que todo es diferente pero sin duda hay aspectos que también tenemos en común como que nos guste el futbol o que seamos fans de Coldplay” (Laura). De acuerdo con Manuel Castells (1999), nuestra era globalizada se caracteriza por dos aspectos fundamentales: la información y los intercambios/flujos transnacionales. Según su propuesta, actualmente vivimos en la época de la globalización de la economía, “asistimos también a la globalización de la ciencia, la tecnología y la información; la globalización de la comunicación, tanto en los medios de comunicación masiva y multimedia, como en las nuevas formas de comunicación a través de Internet; y en una dimensión más siniestra, la globalización del crimen organizado” (1999, pp. 2, 3). En un párrafo posterior culmina su sentencia: “el nuevo sistema global que se constituye a partir de redes de intercambio y flujos de comunicación es a la vez extremadamente incluyente y extremadamente excluyente” (Castells, 1999, p. 3); es decir, en el contexto de la migración transnacional, “se presenta un fenómeno complejo, donde agentes de distintas culturas llegan a un país receptor […] que se ha venido desarrollando en el proceso histórico, basado en las relaciones sociales de producción y del desarrollo de fuerzas productivas relacionadas al sistema mundial: centro – periferia” (Contreras y Cebada, 2012, p. 4).

El proceso de exclusión-inclusión inherente a la globalización se da a través de los flujos migratorios en distintos ámbitos sociales. Por ejemplo la educación, en donde los flujos migratorios no responden directamente a carencias económicas propias de la población migrante, pero sí reproducen la dinámica de centros hegemónicos y periferias políticas, económicas y culturales. “La dimensión de la globalización ha fijado la atención sobre el creciente número de ‘protoprofesionales provenientes del llamado tercer mundo’ que viajan al centro en busca de educación profesional” (King, 1991 en Robertson, 2008, p. 10). “Soy maquillista profesional, estudié eso allá, pero gracias a mi edad y mi experiencia laboral, o sea nada, no me daban trabajo, entonces les pedí a mis amigos migrantes latinoamericanos que me echaran la mano y me buscaran un trabajito y me contrataron para pintora de casas y chalán de albañil […] he sido chalán de albañil durante 4 semanas pero tenía el plan de venir a mi país entonces le dije que me dieran chance y me dijeron que sí pero me agrada, es un trabajo muy duro pero gracias a eso aprendí mucho acerca de la vida” (Yo-Yo). “Pero en la globalidad el ‘moverse’, el desplazarse, no es patrimonio de las personas y de la fuerza de trabajo. También migran los capitales, e incluso existe una sub especie de estos: el capital golondrina. […] Así, migra tanto la fuerza de trabajo con una formación nula o escasa (peones agrícolas, trabajadores de la construcción) como ‘talentos’ (fuga de cerebros)” (Soto, 2010, pp. 104, 105)

Siguiendo a Castells, los flujos globales son recíprocos. No sólo el tercer mundo “envía” agentes de la migración (laboral, educativa o económica, entre otras), sino que es receptor de agentes de los países “centro”. En este proceso, se desarrolla una compleja red de comunicación transnacional que permite no sólo la conformación de comunidades transnacionales, sino la adopción de elementos culturales entre estos agentes de los flujos internacionales.

II.    “Los migrantes son padrísimos, cuando tienen problemas se ayudan demasiado…

“La convivencia es lo más padre, todos se ayudan entre todos, somos una familia. Ellos se dicen ‘paisas’ entre ellos y gracias a todos los migrantes me di cuenta que todos tenemos un sentimiento de no-pertenencia hacia el país y nos ayudamos juntándonos, compartiendo ese sentimiento y haciendo costumbres de nuestros países que nos ayuda a sentirnos felices y de no extrañar tanto.”

    -¿Qué extrañas de México estando allá? –“¡Todo! No se puede describir en palabras cuánto extrañas ni qué exactamente extrañas pero entre lo que más sería la familia, amigos, comida, mis perros y sentirme cómoda en algún lugar sin tener miedo a que me pase o algo o que si me pasa tengo a mucha gente que me cuida pero allá, estando solita tienes que aceptar tu soledad y luchar con ella para salir adelante, pero en sí lo que más extraño es a mi familia a mi madre”.

    …hasta pagarse la comida. Porque el dinero que tenían lo mandaron a su familia y no tienen ni para un refresco pero se ayudan, son familia y se apoyan no sólo en lo económico, en todo. Es un amor de familia diferente sangre, hasta a veces diferente nacionalidad latina, pero siempre amor de familia de hermanos”.

Yo-Yo

III.    …sí, además como que estamos hechos de lo mismo, digo, comparado con las diferencias entre México y Alemania y México y Brasil, como que la cosa no cambia mucho.

“Como que nos sabemos en la misma situación, entonces nos llevamos bien” […] De hecho nos vemos y me dice ‘latiiiiiiiiiiiin hug! […] Ella estuvo en servicio social la semana pasada y se había llevado muy bien con unas chavas y ves que yo en Blankenburg me llevé con todos y llego el lunes y todos regresaron a su ser habitual” (Laura).

    “Otros autores hacen referencia a comunidades transnacionales, las cuales lo explican como un fenómeno ‘compuesto por un creciente número de personas que viven una doble vida: hablan dos idiomas, tienen hogares en ambos países y su vida discurre en un contacto continuo y habitual a través de las fronteras nacionales’” (Portes, Guarnizo y Landolt, 2003 en Pardo, 2010, p. 2).

    “Vivir en Alemania es sin duda completamente diferente a vivir en México pues todo cambia desde lo más evidente que puede ser el idioma o el clima hasta ciertos significados que yo no hubiera podido entender si estuviera aquí como turista ya que cuando vives en otro país es cuando entiendes el porqué de aspectos como su puntualidad o su perfeccionismo. Puedo decir que todo es diferente pero sin duda hay aspectos que también tenemos en común como que nos guste el futbol o que seamos fans de Coldplay. Sin duda he aprendido muchísimo tanto de ellos y su cultura como de mí misma y lo que significa ser mexicana. Más de una vez he cuestionado tanto la cultura alemana como la cultura mexicana y sin duda siempre llego a la conclusión que yo no soy mejor que ellos ni ellos mejores que yo, simplemente somos diferentes”.

IV.    En la sociedad del riesgo, el migrante aparece como un riesgo y como en situación del riesgo (Acosta, 2012, p. 93)

“Pues tanto puede ser buenas como malas… depende de a quien se lo dices, a un árabe que allá abundan que eres migrante mexicana te aman pero si se lo dices a un canadiense tal vez te perjudica… no sé si por malas experiencias, porque crean que les quitamos su país, o simplemente por discriminación; que claro existen canadienses que aman México”.

    -¿Te has sentido discriminada? –Sí, totalmente […] y la otra fue un comentario que me hicieron acerca de los latinos en general que ellos trabajaban lo que fuera total de tener trabajo y que no importa lo que les pagara aunque fuera una ganga y así lo fue y me di cuenta que yo caí en ese comentario y me sentí ofendida y le dije que los trabajaos que tenemos los respetamos y somos muy buenos en la mano de obra, algo que ellos no pueden hacer”.

…me sentí muy triste porque me dijeron que ya era hora que dejara de decir eso que era migrante y que ahora vivía en Canadá y pues es la realidad, y ahora ya no digo que soy mexicana claro que si me lo preguntan lo afirmo ¡y con orgullo!
Yo-Yo

Continúa
Referencias bibliográficas en la siguiente entrega