Monday, 20 de May de 2024

Cultura para mortales

Martes, 03 Diciembre 2013 01:18
Sarah Banderas

Vargas Llosa y su visita a México

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¿Quiénes son los héroes de nuestro tiempo? Son los ciudadanos comunes y corrientes que no se dejan amedrentar por las amenazas de la delincuencia. Aquellos que por una sencilla cuestión de principios, arriesgan su vida para defender lo que les pertenece, lo que es suyo por derecho. “Estos héroes anónimos constituyen la reserva moral de la sociedad”.

Estas fueron las palabras del escritor Mario Vargas Llosa, durante la presentación de su novela más reciente El héroe discreto, que se llevó a cabo como parte de las actividades del Encuentro “VIVA Perú”, una iniciativa que se realiza desde 2007 con el objetivo de dar a conocer las expresiones artísticas y culturales de Perú en México y viceversa.

El escritor fue el invitado especial de este encuentro, y antes de partir a la FIL en Guadalajara, participó en diversos eventos realizados en la Ciudad de México, de los cuales tuve la fortuna de asistir a un par de ellos.

La fiesta del chivo en la Cineteca Nacional

El escritor inauguró formalmente el Encuentro “VIVA Perú” presentando la película La fiesta del chivo, basada en su novela del mismo nombre. Esta cinta abrió el ciclo de cine inspirado en su obra, que fue exhibido en la Cineteca Nacional.

Durante el evento, Vargas Llosa no sólo compartió sus experiencias relacionadas con el séptimo arte, sino que relató con detalle los horrores que descubrió sobre el dictador Trujillo, protagonista de La fiesta del chivo, a lo largo de su investigación para escribir la novela.

La primera versión fílmica de Pantaleón y las visitadoras (del libro del escritor) fue dirigida por él mismo y la calificó como una “catástrofe”. Cuenta que aunque él se negó rotundamente a dirigirla, pues carecía del mínimo conocimiento sobre el cine, el empresario que compró los derechos le pidió insistentemente que fuera el director, dando como resultado “esa catástrofe que por su bien espero no vengan a ver” dijo entre las risas de los presentes.

En relación con el proceso de escritura de La fiesta del chivo, durante su investigación se encontró con “cosas que parecían ir más allá de lo verosímil y lo tolerable”; descubrió que la realidad rebasaba a la ficción y ante eso tuvo que idear la manera de plasmar lo que parecía increíble e inaceptable, de forma creíble y persuasiva: “la crueldad humana puede ir más allá de la imaginación más retorcida”. Ejemplo de ello fue la anécdota que compartió en relación con el dictador Trujillo, quien solía mantener relaciones sexuales con las esposas de sus ministros y se los hacía saber públicamente, porque ello constituía la “prueba de lealtad” a sus colaboradores.

El filme de La fiesta del chivo -dirigida por el peruano Luis Llosa y estrenada en el 2006 en el Festival de Cine de Berlín- es una muy buena adaptación de la novela.  Abarca en lo general los elementos más representativos, logrando transmitir la indignación y sorpresa que genera la obra literaria. “Refleja con mucha fidelidad el espíritu de la historia de la novela” dijo el Premio Nobel.

Sin embargo, en lo personal considero que es insustituible el poder de imaginación que nos otorga la lectura y nos roba las imágenes del cine. La obra escrita va dosificando las emociones, la conmoción, la sorpresa, permitiéndonos saborearla mejor. En cambio, en el filme todo sucede tan rápido, que no podemos detenernos a reflexionar, ni dejarnos poseer por la historia, además de que se diluyen elementos relevantes que refuerzan el carácter escalofriante de la novela.

Pero en lo general el filme es muy recomendable para quien desea conocer el pensamiento y las ideas de Vargas Llosa, sin involucrarse demasiado con él.

El héroe discreto en la Biblioteca de México “José Vasconcelos”

Mario Vargas Llosa también presentó su última novela El héroe discreto acompañado de otro escritor peruano y amigo de la juventud del Premio Nobel, José Miguel Oviedo, así como de Juan Cruz, director del diario español “El País”.

Oviedo encontró que en El héroe discreto, su autor plasma una visión más optimista del Perú, a diferencia de las obras anteriores. Vargas Llosa reconoció que su país natal ha cambiado, ha progresado: “nunca lo he visto tan bien encaminado como ahora” y aunque su intención no era “vender” esa idea, la novela se impregnó del nuevo dinamismo peruano que abarca todos los ámbitos.

En lo personal considero que esta visión positiva responde a una reconciliación del escritor con su país. Me atrevo a pensar que quizá había un resquicio de resentimiento hacia su pueblo, a raíz de las elecciones perdidas en 1990, y los años y la lejanía han sido la cura que la ha permitido acercarse nuevamente a él.

“La experiencia europea me ha permitido afirmarme latinoamericano” dice como corolario ante las críticas de su salida de Perú.

El héroe discretose mantiene fiel al estilo literario del autor. Es una mezcla de historias que en algún punto se entrelazan. Para dar vida a la novela, Vargas Llosa recurre a un fenómeno muy representativo de nuestro tiempo, y al parecer presente en varios países: el derecho de piso que cobra la delincuencia a los empresarios, a cambio de dejarlos trabajar. Uno de sus personajes principales se erige como el héroe anónimo, que surgido desde abajo, no se deja amedrentar a pesar de las graves consecuencias que va sufriendo: “no dejarse pisotear por nadie” es el grito de guerra del héroe discreto.

Esta obra -en sus propias palabras- “traza un cuadro donde se reflejan los grandes contrastes de la sociedad peruana”. La califica como una novela policiaca que abarca, como toda su obra, diversas temáticas en aproximadamente 350 páginas: religión, política, erotismo, espiritualidad, situación social y económica.

El escritor recurre a viejos personajes conocidos, como protagonistas. Habría sido una buena pregunta el por qué revive en esta obra a otros sus libros anteriores y por qué específicamente esos.

El héroe discreto es recomendable para los versados en Vargas Llosa. Sin embargo no la recomiendo para los principiantes pues considero que se debe tener un conocimiento previo de los personajes que vuelve a rescatar, para entenderlos en su totalidad.

…Entonces

Aunque fue imposible arrancarle un rayón al escritor pues estaba custodiado cual rockstar, es invaluable escucharlo narrar sus anécdotas personales, su sueño indeclinable de ser escritor y cómo lo persiguió hasta conseguirlo; escucharlo exponer sus ideas y darse cuenta de la evolución que han tenido a lo largo de su carrera; escucharlo en su faceta de comunicador y percibir la distancia abismal que existe entre este Vargas Llosa y el dramaturgo.

En lo personal prefiero al Vargas Llosa de las letras que al de la voz.

By the way…

Aquel escritor valiente y reaccionario que en 1990 calificó a México como “la dictadura perfecta”, rectificó y dijo que aplaudía que “no hubiera sido tan perfecta“. Quiero pensar que la edad lo ha vuelto más moderado.