Sunday, 19 de May de 2024

Cultura para mortales

Martes, 15 Octubre 2013 22:06
Sarah Banderas

El Gran Cañón: grandísima belleza

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Alrededor del mundo encontramos edificios, puentes, monumentos, torres, pirámides, obras de ingeniería actual y milenaria, que nos sorprenden por su construcción y el arte que las reviste.

Sin embargo las obras de la naturaleza son maestras de la maravilla, del ensueño. Nos roban el aliento por la majestuosidad de sus paisajes labrados y conservados por millones de años. Y el Gran Cañón de Colorado -con sus más de 2,700 metros sobre el nivel del mar en su parte más alta y 350 kilómetros de longitud- es un digno representante de ello (no por nada se encuentra entre las siete maravillas naturales del mundo).  

El Gran Cañón se encuentra dentro del Parque Nacional del mismo nombre en el estado de Arizona y una cordillera de 2 kilómetros de profundidad lo divide en dos extremos: norte y el sur.

Para visitarlo en un día existen dos alternativas: la West Canyon y la South Canyon. La parte Oeste pertenece y es administrada por los indios Hualapai y la Sur por el gobierno de los Estados Unidos. Dicen que esta última tiene mejor vista pero como Obama no se pone de acuerdo con sus legisladores (¿acaso nos suena conocido?) esa zona está cerrada por el momento.

En la parte West uno comienza su recorrido tomando un autobús que lleva a los visitantes a tres puntos. La primera parada es Hualapai Ranch donde se encuentra una recreación del viejo Oeste, tal como en la película de “El Bueno, el malo y el feo” (o como referencia más contemporánea “Volver al Futuro III”). Ahí uno puede almorzar y compartir con los indios.

Posteriormente un autobús recoge a los que salen del pueblo ficticio y los traslada a Eagle Point, el primer lugar para admirar el paisaje. Literalmente uno se para al pie del cañón, lo más cerca de la orilla que se atreva -sin que signifique un riesgo de salir volando por el fuerte viento que sopla- a contemplar las inmensas montañas que se abren frente a la vista. Por más que uno se asome al precipicio no se alcanza a ver el fin. Pero lo que sí se puede observar con detenimiento son las distintas capas o cortezas que conforman las cordilleras. Diferentes tonalidades de rojos, cafés y verdes contrastan con el azul y blanco del cielo. Un espectáculo fabuloso.

Este punto se denomina Eagle (águila) porque los estadounidenses tan patriotas encontraron la forma de un águila con las alas abiertas en la parte frontal de una montaña, tal como en su escudo nacional.

En ese mismo lugar se encuentra el Skywalk -inaugurado en el 2007-, que consiste en una plataforma completamente de cristal, “volada” sobre el despeñadero por la cual se camina a una altura de 1200 metros (para darnos una idea la torre más alta del mundo “Burj Khalifa” en Dubai mide 828 metros). Mirar hacia abajo es darse cuenta de que uno está suspendido en el vacío entre la inmensidad de la naturaleza.

Al finalizar el “camino por el cielo” otro autobús recoge a los turistas y los traslada al último punto denominado Guano Point. Su nombre proviene de unas cuevas que fueron encontradas en los años treinta ricas en el desecho de los murciélagos. Como el guano es un buen fertilizante, una empresa trató de extraerlo y construyó un teleférico desde la parte alta de la montaña bajando hasta 250 metros. Sin embargo el cable se dañó y sólo funcionó alrededor de 3 años.

Desde este punto se tiene otra vista espectacular del Gran Cañón en la cual se puede observar el trayecto del Río Colorado, abriéndose paso entre conjuntos de montañas que nos muestran sus estratos, como si hubieran sido cortadas para que pudiéramos admirarlas.

…Entonces

Ampliamente recomendable. Esta belleza natural es digna de conocerse y contemplarse con detenimiento. Un viento bravío golpea la cara pero se disfruta. Hay que inhalar muy profundamente para llenarse de vida. Vale mucho la pena y ya de pasadita (a unas dos horas) hacer una escala en los casinos de Las Vegas.

By the way…

Camino al Gran Cañón se encuentra la presa Hoover Dam una impresionante obra de ingeniería -de esas que hablaba al principio- pero que aun así no se compara con el cañón. Se encuentra en el curso del Río Colorado en la frontera entre los estados de Arizona y Nevada. Su construcción se realizó en los años 30. Posee una central hidroeléctrica y lo que más sorprende son las enormes torres de electrificación colocadas casi horizontalmente como volando en los costados de las montañas.

Fotos: Enrique Calderón