Delincuencia

“¿No me crees capaz de hacerlo?”, retó Jaime García a su mejor amigo Enrique Hallat... y le disparó

- Foto: Especial

El 5 de febrero el dueño de la cadena de gimnasios Forcefit disparó en el tórax a su mejor amigo, Enrique Hallat, provocándole la muerte mientras se encontraban en casa de la familia de la víctima ubicada en la colonia Arboledas de San Ignacio. Este miércoles Jaime García fue vinculado a proceso por el delito de homicidio calificado 

Por Karen Meza / @KareMeza_

/ Puebla, Puebla

El 5 de febrero, Roberto invitó a su medio hermano, Enrique Hallat, a comer y ver en familia el partido Súper Bowl en su casa ubicada en la calle Arcos número 8 en la colonia Arboledas de San Ignacio, en Puebla.

Enrique aceptó la invitación por vía WhatsApp y sugirió que invitaran a su amigo Jaime García, dueño de la cadena de gimnasios Forcefit. Todos se reunieron en la casa en la que también estaban  los padres de Roberto, su hermana Camila y la hoy viuda, María José.

Durante la reunión familiar, Jaime hizo plática con Camila y le preguntó sobre el proceso de su separación matrimonial y la situación legal con uno de sus hijos. Ella, respondió que tenían conflictos y él ofreció ayuda: “¿Yo tengo una pistola?”, le dijo. La chica prefirió no seguir la plática.

Enrique, Jaime y Roberto empezaron a las 2 de la tarde a tomar tequila, ron y cervezas. Antes de las 12 de la noche, su familia se retiró y se quedaron los tres hombres conviviendo en el patio trasero.

El alcohol se les terminó a las 2:42 de la madrugada del 6 de febrero, Roberto y Jaime decidieron ir al OXXO por otra botella.  

Jaime le presumió al hermano de su amigo que tenía armas: “¿Quieres verlas?”, le preguntó y lo dirigió a su auto en donde resguardaba una pistola calibre 9 mm y le mostró otra más en su bolsa del pantalón de 22 mm.

Los dos se dirigieron a regresaron a la casa y minutos después, en un momento de la conversación sobre las armas, Jaime sacó la pistola y disparó cerca de Roberto.

Enrique  defendió a su medio hermano y sometió en el piso a su mejor amigo Jaime a quien le pidió que se calmara. Una vez que lo notó tranquilo se alejó de él metro y medio sin que éste dejara la pistola, le pidió que no le apuntara.

– ¿No me crees capaz de hacerlo?, retó Jaime García a su mejor amigo Enrique Hallat… y le disparó.

La bala fue en el tórax del lado izquierdo y llegó directo a su corazón.

Roberto se abalanzó en contra de Jaime  pero lo soltó cuando escuchó jadear a su hermano. Creyó que estaba vivo y de inmediato intentó darle primeros auxilios. La madre de Roberto y su hermana Camila bajaron tras escuchar los disparos y llamaron inmediatamente a la policía.

Jaime huyó del lugar pero minutos más tarde regresó por las llaves de su casa. Roberto corrió en dirección al parque de la zona –a tres calles de su casa– y observó que el amigo asesino de su hermano se escondió debajo de un Beetle, pero no lo encaró por temor a ser herido.

La policía municipal llegó justo en ese momento tras la denuncia de sus familiares. Roberto solicitó ayuda e indicó que en el piso, cerca del auto estaba escondido Jaime García, a quien obligaron a salir de su escondite.

Eras las 3 de la mañana, Jaime no confesó pero cuando mostró lo que guardaba en el bolsillo de su pantalón, encontraron el arma con la que mató a su mejor amigo.

La historia fue dada a conocer en la declaración de Roberto en la audiencia inicial en contra de Jaime García, dueño de la cadena de gimnasios Forcefit en la que fue vinculado a proceso por el delito de homicidio calificado.

En las primeras investigaciones se dijo que Jaime había estado bebiendo con el hermano de su amigo, perdió el control y salió a disparar al aire. Enrique despertó y fue a pedirle que se calmara, discutieron y Jaime decidió dispararle al pecho.

VER: Jaime García mató a su amigo Enrique Hallat a tiros cuando discutían en Arboledas de San Ignacio

La primera audiencia

Jaime García Yáñez, de 34 años de edad, fue vinculado a proceso este miércoles 8 de enero y se le impuso prisión preventiva como medida cautelar por el delito de homicidio calificado en contra de su amigo Enrique Hallat Campos.

En el momento en el que juez, Aarón Hernández Chino, dictaminó la legal de detección a Jaime García, éste decidió reservar su derecho a declarar y nunca dejó de observar la computadora de su abogado defensor, Omar Flores.

Jaime se mantuvo con la mirada firme frente al juez de control, a través de su litigante expresó que no debió disparar a su amigo de toda la vida y que en su estado de ebriedad, no pensó las consecuencias de sacar su arma.

El imputado se presentó con su vestimenta color negro, en signo de luto,  y muy poco agachó la mirada e hizo gestos de arrepentimiento; no obstante, no dejó de mirar lo que su abogado escribía en su computadora como elementos de defensa para evitar ir a prisión.

Fue atento de su juicio, cuestionó, pidió revisar de nueva cuenta los documentos que firmó cuando fue detenido y en algún momento, trató de escribir sobre la computadora de su defensor algunas observaciones en la narración del caso. Siempre solicitó al togado reservarse su declaración y pidió protección de sus datos personales.

Jaime no pudo evitar quitar la mirada a su abogado que falló en la defensa de su inocencia y es que el litigante Omar Flores no pudo convencer al juez de que su estado ebriedad y la situación no clara de flagrancia podrían permitirle que no pisara el penal de San Miguel.

La hoy viuda, María José se mantuvo en silencio, con los brazos cruzados y su mirada no ocultaba el enojo. Se hizo acompañar por sus familiares y amigos. La sala de la audiencia estaba llena.

Hernández Chino refirió que no eran relevantes las pruebas de la defensa y amplió las investigaciones a tres meses en contra de Jaime por el delito de homicidio calificado.