Saturday, 18 de May de 2024

Todo México es territorio CFE menos Necaxa

Por Yonadab Cabrera / /

Como la mayor parte de mis amigos lo saben, yo soy originario de Necaxa, Puebla o Juan Galindo, como el querido lector prefiera llamarle. Estudié y soy alguien gracias a Luz y Fuerza del Centro, toda mi familia trabajaba en la paraestatal, todos salimos adelante gracias al trabajo que durante décadas ofreció la extinta compañía de los electricistas y podría decir que mis abuelitos fueron de los primeros trabajadores de la industria eléctrica en México.

Y bueno, no ahondaré en análisis y detalles sobre los problemas sociales y económicos que vive la región, aunque tengo elementos de sobra para hacerlo, lo que sí les quiero platicar es la terrible realidad que vie mi municipio. Para empezar, durante 7 años no se han dado fuentes de empleo, a pesar de que el gobierno federal prometió que daría empleo a los 44 mil obreros que fueron despedidos.

Todas las familias viven una terrible incertidumbre y angustia, pues van 7 años sin que resuelvan la situación laboral de los trabajadores. Además, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) como siempre, es una cuota de poder político que ahora se disputan Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel Osorio Chong, situación que trae aún más problemas a la zona y entre los propios pobladores que no saben para dónde jalar.

Pero yo me centraré en la penumbra que se vive cuando la CFE              baja el switch. Los apagones duran horas, no es solo un rato, son al menos 4 horas y eso ha provocado que la inseguridad incremente en los municipios a los que les quita la luz. Por ejemplo, hace unas semanas ante la oscuridad que inundó todo el pueblo, un ratero intentó meterse a la casa de mis abuelitos —mi abuelito de 94 y mi abuelita de 87— gracias a que estaba todo oscuro, el maldito ladrón no supo medir la altura del barandal y optó por robar otra casa.

Gracias a los apagones de CFE, un zopilote cayó en la casa de mis abuelitos, pobre animal, de apronto vio luz y luego ya no, por lo que se confundió, perdió la noción de todo y se desplomó en el aire. Su saldo, una patita lesionada y un desmadre que hizo en la casa, no se veía nada y todos intentábamos alumbrar con nuestros celulares. Por cierto, en una entrega anterior conté cómo es que casi me come esa desgraciada ave de rapiña.

Y de los electrodomésticos ni hablamos, a mis abuelitos se les han descompuesto refrigeradores, televisiones, hornos, entre otros. Por si fuera poco, mi abuelito usa oxígeno y varios aparatos de medicina que necesitan estar conectados y que por supuesto se descomponen o simplemente ante una emergencia no estarían funcionando.

Mucha gente que no vive en la zona dice que los pobladores tienen la culpa porque han amenazado a los trabajadores de la CFE, los han golpeado y casi casi linchado ¿Ustedes creen que dos personas de la tercera edad tengan fuerzas para hacer eso?  Por supuesto que no. El análisis sobre los problemas que se viven en Huauchinango, Necaxa, Ahuazotepec, entre otros municipios, son más complejos y más profundos de lo que los líderes de opinión creen y antes de hablar deberían investigar todo lo que sucede, el origen y las consecuencias.

La extinción de Luz y Fuerza del Centro estuvo plagada de irregularidades desde el principio y ahora hay una región del estado de Puebla que vive en la oscuridad, más de 40 mil obreros están sin trabajo y hay una empresa que nunca dio soluciones concretas.

Moraleja: Como decía el buen académico de la BUAP Samuel Malpica (QED) para hablar hay que tener los pelos de la burra en la mano.

¡Claro, chinguen al pueblo!

 

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