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Híjoles, después de 21 días, un montón de videos, un sinnúmero de fotografías, una serie de peritajes, un chorro de dictámenes forenses, criminalísticos, balísticos, arquitectónicos (¿?), físico matemáticos, electrónicos, explosivos, médicos y poco faltó para los psíquicos, místicos y musicales, la Procuraduría General de Justicia de Puebla concluyó de manera c-i-e-n-t-í-f-i-c-a que el Gobierno de Rafael Moreno Valle, como Torito, es inocente.
Según las conclusiones de la dependencia morenovallista: al niño José Luis Tehuatlie lo mató un cohetón con súper poderes capaz de atravesar paredes, dar vueltas, volar hacia atrás y matar sólo con su estela mortífera ; los manifestantes de Chalchihuapan son unos cabrones iracundos; hay una conspiración perredista detrás de todo, los policías no dispararon ni de a mentiritas y ningún policía hirió a manifestante alguno…
Ya en serio ¿El guapo procurador Víctor Carrancá necesitó tantos días, tantos análisis, tantas pruebas, visiones y montajes, para decir lo mismo que dijeron desde que el niño fue internado en el Hospital General del Sur el pasado 9 de julio? Desde aquél día y a puro ojo de buen cubero,el gobierno dijo lo mismo: al niño lo mató un cohetón súper poderoso y bien manifestante.
El único problema que le miro a la versión oficial—aunque trata por todos los medios de ser profesional, objetiva e imparcial (já)— es que es bien chistosa y tiene de todo: conspiraciones, ondas expansivas, retropropulsiones, policías que no disparan, cohetones que vuelan en reversa, policías tratantes de blancas, piedras rompemadres y así. (Sólo faltan zombis)
Veamos los argumentos oficiales:
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1. La investigación de la Procuraduría General de Justicia—basada en pruebas, dictámenes, videos y fotografías— fue imparcial, desinteresada, objetiva y científica.
Miau.
El gobierno de Moreno Valle se auto exculpó ¿Así o más objetivo?
La reconstrucción de los hechos del gobierno morenovallista fue tan imparcial que no metió ni un solo testimonio de los pobladores, de los heridos o de la mamá de José Luis.
En cristiano: el gobierno de Moreno Valle exculpó al gobierno de Moreno Valle de los crímenes del gobierno de Moreno Valle.
Muy profesional la cosa.
Y yo no sé si reír o llorar. .
2. El niño José Luis murió por el impacto de una onda expansiva de un objeto explosivo que voló hacia atrás, que traspasó una barda y que pasó cerca del cráneo del pequeño, según el peritaje hecho con una cabeza de marrano.
Ufff.
Según esas exhaustivas y científicas investigaciones, no se trató de un cohetón cualquiera.
El cohetón que cobró la vida del niño José Luis fue un cohetón con poderes sobrenaturales y fuera de este mundo donde los cohetes son aburridos y terrenales.
Porque no fue un cohetón común de feria, ni un cohetón corriente de la tienda clandestina de la esquina. Tampoco un cohetón tronador espanta perros panzones y mucho menos un cohetón multicolor tronador.
De acuerdo a los peritajes profesionalmente porcinos a José Luis lo mató —ahí les voy— Un Explosivo Fiestero Cero Pólvora Permeable (Traspasa Bardas) Impredecible de Onda Expansiva con Retropropulsión Jiribillanística.
WTF.
En cristiano: Un cohetón fantasmagórico qeu atraviesa casas, muros, paredes, puentes, campos de cultivo, que no deja pólvora ni aquí ni allá, que uno no sabe ni qué onda si explota, grita, mata a alguien o qué con estelas rompe cráneos que es capaz de volar hacia atrás con mucha jiribilla.
¡Qué bárbaroooooo con ese cohetón!
Tiene de todo.
¡Por poco es un X-Men!
Nomás le falta leer el pensamiento, estirarse como liga, aparecer y desaparecer, dominar el metal, sacar garras de adamantio y detonar luces brillantes al momento de pasar por una manifestación.
3. De acuerdo a los videos presentados por la Procu, los únicos desquiciados aquél 9 de julio fueron los manifestantes y colados de Chalchihuapan que azuzaron a los policías porque forman parte de una conspiración perredista antimorenovallista. En las imágenes presentadas en la Procu se observa que los rijosos atacan de manera artera y vil a los policías.
En ningún video presentaron a los policías disparando gases ni lanzando piedras. Bien raro.
Según la Procuraduría General de Justicia, los Policías Estatales jamás dispararon: ni gases ni balas de goma ni nada de nada como se ve en los videos y en las imágenes.
Ni siquiera para contrarrestar la ira de Chalchihuapan.
Si los policías no dispararon, los policías no hirieron a nadie.
Pura lógica aristotélica, chingá.
4. La versión oficial dice que el manifestante herido en el rostro que sufrió una fractura de mandíbula y que tiene las cuerdas vocales destrozadas fue agredido con una piedra manifestante.
No una piedra cualquiera. Fue una contundente piedra manifestante y conspiradora de alto calibre.
Ay Dios…
5. Según el procurador Víctor Carrancá el policía/tratante de personas, Mario González Ricaña, cometió un delito menor (trata de blancas) y que no genera antecedentes, por lo que mantuvo su cargo policiaco.
Bien fácil: en Puebla puedes ser policía de lunes a viernes y tratante de blancas los fines de semana.
Yujuuuuu.
¡Arriba el lenocinio!
6. La Secretaría Seguridad Pública cumplió con los protocolos establecidos de seguridad y ninguno de los 300 elementos —perfectamente entrenados— tomó alguna decisión errónea.
Ergo: la Secretaría de Seguridad Pública no cometió ningún error. Ni chiquito. Ni chiquitititito.
Vaya, ni siquiera disparó a quemarropa como se ve en los videos y en las fotografías.
7. Las pesquisas de la Procuraduría General de Justicia fueron respaldadas por organizaciones civiles.
Bueno por personas que pertenecen a organizaciones civiles.
A los cinco minutos, Mexicanos Primerose deslindó del aval de Moroni Pineda.
Mexicanos Primero aclaró que Moroni Pineda fue a título personalísimo a sentarse junto al procurador, que ellos no tenían nada que ver, que ni los metieran.
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Seriedad, por favor, un niño está muerto, muerto.
Ya procurador díganos quién mató a José Luis y deje de jugar con su cohetón súper dotado. La cosa está cabrona y usted con sus ocurrencias explosivas...
Queda.