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LO QUE SE AVECINA
En Siria la guerra es inminente, Estados Unidos (E.U.) prepara todo para llevar ahí sus tropas. Para ellos su ejército es como un gran equipo de mantenimiento industrial, que necesita grandes plantas a las que ir a dar “servicio”. Irak o Afganistán empiezan a tener sus etapas finales. Es urgente re-estacionar las tropas, probar nuevas armas y gastar las existentes, no sea que la principal empresa de Norteamérica se detenga y no utilice los presupuestos que le aprueba el Senado.
Es en este cuerpo legislativo precisamente donde Barack Obama está encontrando su principal aliado. No todos pero sí la mayoría, al final por solo 10 votos obtuvo el SÍ del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, encabezado por el polémico John McCain. Otros aliados íntimos en otros tiempos parecen haber aprendido la lección.
CON EL SOCIO EQUIVOCADO
España o más bien su ex Presidente José María Aznar apoyó la invasión armada a Irak hace 10 años, de la cual por cierto ya ni siquiera buscan las inexistentes armas nucleares, que sirvieron de mero pretexto para derrocar a un incómodo como era Saddam Hussein. No era lo nocivo o perverso que haya sido con su pueblo lo que le costó la vida, sino el ser contrario a los intereses del poderoso de América.
So pretexto de combatir al terrorismo, Aznar involucro a su país en un lío que no le correspondía. El terrorismo que ha atacado a España tradicionalmente es diferente al que sufre E.U. por países fundamentalistas árabes. Aznar revolvió dos cosas por quedar bien con, George W. Bush: Los ingleses al contrario siempre van de la mano de los estadounidenses. El costo para España o para su pueblo más bien fueron los atentados de los trenes de la estación de Atocha.
Al parecer los ibéricos aprendieron la lección, en medio de su crisis económica más fuerte no participarán de nuevo. Como dijo un comediante de allá, “Al parecer la cosa no está para tirar cohetes”. Los ingleses también tuvieron sus consecuencias.
G-20 Y DIPLOMACIA
En el marco de la reunión de las 20 economías del mundo, en San Petersburgo, la ciudad de oro, el anfitrión Vladimir Putin de Rusia, se opuso enérgicamente al ataque, pero al parecer ya reconsidera su decisión. La cumbre de los G-20 será también un tenso encuentro Obama-Putin.
Este evento puede retrasar más no impedir el inminente ataque a Siria, quien supuestamente usa armas químicas contra su población. El objetivo como siempre será derrocar a un mandatario incómodo: En este caso Bashar Al-Assad.
Tal vez no se necesite ser el más opositor al Presidente estadounidense de paso, basta con serlo un poco, y reunir la lejanía y el entorno internacional suficiente para ser el caldo de cultivo de la nueva guerra, y por ende su pueblo el conejillo de indias.
Aprovechando la cumbre del G-20 seguramente Obama recibirá algunos reclamos de países “amigos” como Alemania, México y Brasil, por haber sido espiados por los estadounidenses. Estos y en especial nuestro país aguantaran presión hasta que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas avale el ataque a Siria. No creo que Enrique Peña Nieto se pronuncie al respecto, si no ¿Dónde meteríamos otra manifestación? ¿Necesitará el D.F. más segundos pisos?
Mi tweet es @fernandezmuniz8