Con la llegada de los próximos presidentes municipales de la zona metropolitana de Puebla, vendrán también nuevos intentos por bajar las cifras de un problema compartido: la inseguridad.
Recientemente hubo, desde el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, un intento por mantener el dedo en este renglón y avalar también a los funcionarios que podrán llegar a municipios importantes, para que pueda darse una verdadera y buena coordinación en materia de seguridad.
Algo que también ocurre con el mandatario poblanos es que no olvida.
Y hará lo posible para que aquellos funcionarios que ya se encuentran en la lista negra por su rara relación con bandas criminales en el pasado reciente, tampoco puedan influir.
Así como pasó con el caso de Carlos Cárdenas, el ex secretario de Seguridad Pública Municipal de Zacatlán, que salió de su puesto esposado y actualmente está en el penal de San Miguel, acusado por la fuga de un reo el pasado 28 de febrero.
Cárdenas ya se encontraba entre ojos del Gobierno del Estado por su estrecha relación con Manuel Alonso, el secretario de Seguridad Pública que llegó al cargo con el gobernador interino Guillermo Pacheco Pulido.
Y aunque a Manuel Alonso se le puede recordar por la detención de José Christian N., alias “El Grillo”, el sanguinario capo del Mercado Morelos, simplemente es, para el gobernador Barbosa, un personaje de mucho cuidado.
¿Por qué? Porque el gobernador adjudica las filtraciones y el poder de La Hermandad a Manuel Alonso a quien considera el verdadero líder moral de este grupo, enquistado entre policías y los agentes de la desaparecida Dirección de Vialidad.
Ahora, ¿qué pasará con los mandos que ya se están acomodando en San Andrés y San Pedro Cholula, y que tienen relación directa con Manuel Alonso?
Los personajes son los siguientes:
Para San Pedro Cholula, con la presidenta municipal electa, Paola Angón tiene en capilla a Víctor Ávila, cercano colaborador de Manuel Alonso.
Ávila fue Director de Tránsito Municipal con Manuel Alonso, cuando ambos se encontraban laborando en tiempos de Luis Banck Serrato en el Ayuntamiento de Puebla.
El problema de Ávila es que su fama de no concluir en sus puestos ya lo ha hecho un cuestionable. O por lo menos por eso se le recuerda precisamente en San Pedro Cholula, San Andrés Cholula y San Martín Texmelucan.
Otro muy cercano colaborador de Alonso, que ya opera la entrega recepción en el área de seguridad en San Andrés Cholula, es Carlos Arroyo.
Así es, con el alcalde electo Edmundo Tlatehui, Alonso ya filtró a uno de sus alfiles.
Carlos Arroyo fue uno de los personajes con los que llegó Alonso cuando tomó el control de seguridad pública municipal de Puebla Capital, en tiempos de Banck.
Arroyo fue nombrado en julio del 2017, Jefe del Estado Mayor Policial de Alonso. Así que su cercanía es más que evidente.
Ambos personajes, de toda la confianza de Alonso, están muy cerca de quedarse como próximos titulares de San Andrés y San Pedro Cholula.
¿Sabrá eso el gobernador? ¿Habrán pasado todos los filtros?
¿Servirán para la estrategia metropolitana que buscan impulsar?
Ya veremos.