Crimen y Castigo

Sigue prófugo un policía del GAREP; a los otros 7 los mandan a prisión

- Foto: Es Imagen

Miguel Ricardo N., Jesús Ángel N., José Rafael N., Bryan N., Luis Felipe N., Lizbeth Mireya N. y Karla N. son acusados por los delitos de abuso de autoridad, robo agravado y lesiones calificadas

Por Magarely Hernández / @magarelyhl

/ Puebla, Puebla

Aunque los siete elementos de la Policía Municipal detenidos el pasado 21 de febrero ya fueron enviados al penal de San Miguel, falta por detener a un octavo uniformado identificado como Manuel N., quien viajaba a bordo de la patrulla P-102 con su compañera Karla N.

VER: Fiscalía confirma la detención de siete policías del GAREP; Claudia Rivera Ordena su desintegración

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La mañana de ayer fueron presentados ante el Juez de Control los policías Miguel Ricardo N., Jesús Ángel N., José Rafael N., Bryan N., Luis Felipe N., Lizbeth Mireya N. y Karla N.; todos ellos pertenecientes al Grupo de Atención y Reacción Estratégica Policial (GAREP), de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Puebla.

Debido a que las detenciones se dieron gracias a órdenes de aprehensión, no hubo Control de Detención y los agentes del Ministerio Público procedieron a imputarles los delitos de: abuso de autoridad, robo agravado y lesiones calificadas. Los defensores particulares de los policías decidieron pedir la duplicidad del término constitucional para determinar su situación por lo que será en los próximos días cuando se definirá si son vinculados a proceso o no.

Al término de la audiencia de más de 12 horas, el Juez de Control dictó como medida cautelar prisión preventiva necesaria contra los siete policías y se ordenó su traslado al penal de San Miguel.

Dos supuestas víctimas acusan a los policías por “tortura”

La detención de los policías derivó de hechos ocurridos el 5 de diciembre del año pasado en el Infonavit La Ciénega, donde dos hombres identificados como José Luis y Jesús –padre e hijo- los acusaron de golpearlos, torturarlos y robarles sus pertenencias.

De acuerdo al relato leído por los representantes de la Fiscalía General del Estado, eran aproximadamente las 22:45 horas, del día antes señalado, cuando la policía Karla N. y el policía Manuel N., a bordo de la unidad P-102 le marcaron el alto a los tripulantes de un Nissan March color negro pues detectaron que el auto contaba con reporte de robo.

El auto era conducido por un hombre y en la parte del copiloto viajaba una mujer. José Luis y Jesús iban en la parte trasera y, según dijeron, regresaban de entregar herramientas de su trabajo.

Aunque no se proporcionan detalles específicos de lo ocurrido, los tripulantes del March negaron que el auto fuera robado y supuestamente los policías les negaron ir a su casa por los documentos para acreditarlo. Fue entonces cuando José Luis N. decidió sacar su celular para grabar el actuar de los dos policías.

Por tal situación, Karla N. y Manuel N. solicitaron apoyo de sus compañeros y minutos después arribaron al lugar los seis elementos del GAREP a bordo de la unidad P-709, quienes le pidieron a José Luis N. que dejara de grabar.

De acuerdo al relato de José Luis N., los policías le dijeron: “hijo de la chingada, ya valiste madres” y tras una discusión lo comenzaron a golpear a él y a su hijo. Las dos víctimas mencionaron que los subieron a la patrulla P-709 y los llevaron a un lugar desconocido pero en el trayecto los golpearon tanto con pies, manos como con las armas y hasta recibieron toques.

José Luis N. también denunció que le quitaron su cartera con 3 mil 500 pesos, un celular y sus llaves.

Posteriormente fueron trasladados a Rancho Colorado, donde les pidieron a los dos hombres que se lavaran la sangre y dijeran que los golpes fueron producto de una riña.

Al final, tanto José Luis N. como su hijo José N. fueron puestos a disposición del Juzgado Calificador por alterar el orden público; pagaron su multa, salieron y acudieron a presentar la denuncia correspondiente.

Me enojé y empecé a gritar groserías. Los grabé, me dijeron que estaba cometiendo una falta administrativa; me golpearon, me torturaron y me robaron mis pertenencias, respondió José Luis N. cuando el Juez Calificador le preguntó por qué estaba ahí.

Los policías fueron identificados gracias a la unidad de las patrullas y el control de los elementos que fueron asignados a las mismas el día de lo ocurrido.

Todo lo anterior contradice el Informe Policial Homologado presentado por los seis policías que llegaron a bordo de la patrulla P-709, quienes dijeron que acudieron a dicho lugar tras el reporte de dos personas que supuestamente consumían drogas, pero el examen toxicológico, José Luis N. y Jesús, dio negativo.

Los siete policías fueron acusados por los delitos ya señalados en grado de coautores materiales y aunque aún queda definir si son vinculados a proceso o no, Claudia Rivera Vivanco, la presidenta municipal de Puebla, ordenó la desintegración del GAREP, grupo que se formó a mediados del 2017 con la llegada de Manuel Alonso a la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal. 

El grupo estaba capacitado para actuar en situaciones críticas donde estuviera en riesgo la integridad de la ciudadanía o de sus mismos compañeros.

 

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