Esta semana mi buen amigo Arturo Rueda soltó una bomba que sacudió las esferas del poder y el círculo rojo en Puebla. Se generó una gran polémica en los pasillos de las dependencias de gobierno, en los restaurantes que suelen ser visitados por los políticos, en los cafés, las sobremesas, y por supuesto, en las redacciones.
Durante toda la semana la gente habló de las conversaciones del periodista Rodolfo Ruiz con el ex director de Puebla Comunicaciones, Pedro Gómez. Surgieron muchas dudas como: cuántos dulces le dio el ex funcionario al director de e-consulta por la campaña de desprestigio contra Verónica Vélez Macuil, si estas charlas de Whatsapp son reales o falsas y quién es el 02 del Barbosismo.
Hay algo cierto, el grupo político del gobernador Miguel Barbosa es muy cerrado y hermético, difícilmente alguien puede tener acceso a la estructura y conocer las entrañas de la organización que tienen, la jerarquía y su forma de operar, pues más allá de lo que muchos creíamos, el grupo del mandatario estatal es muy reducido, selecto y discreto, nadie mueve un dedo, respira o toma una decisión sin consultarlo antes con él.
Por eso, es que llamó mucho la atención sobre quién es el personaje que financió la campaña contra la directora de Comunicación Social con el único objetivo de que saliera del primer círculo del mandatario. Quién se atrevería a financiar una campaña contra la mujer más cercana a
Barbosa y en la que el propio gobernador saldría embarrado.
Y me pongo a pensar en 4 nombres, aunque uno de ellos por su cargo es natural que esté en la lista, pues dentro de las claves de la jerarquía de gobierno el 02 siempre es el secretario de Gobernación, en cualquier estructura, excepto en esta.
1. Fernando Manzanilla
En efecto, siempre en cualquier jerarquía el 01 o el “Águila calva” es el gobernador, por consiguiente el 02 o el “Lobo Alfa” tiene que ser el secretario de Gobernación, pero no es el caso de Manzanilla, pues aunque tiene la confianza de Barbosa, se la jugó con él desde el 2018, el secretario de Gobernación no está dentro del ultra, súper, cerradísimo “grupo compacto”, valga la redundancia, del gobernador.
Además, me cuentan que Pedro Gómez no era precisamente santo de su devoción. O sea, que no son cercanos.
2. Heliodoro Luna Vite
El secretario de Infraestructura sí pertenece al reducido grupo de Miguel Barbosa, por años ha sido su operador político y financiero, es de los hombres más cercanos a él y de toda su confianza, pero se mantiene ajeno a la esfera pública y al contacto con periodistas o líderes de opinión, por lo que sería muy difícil que tenga relación con los medios de comunicación.
3. Eric Cotoñeto
Es otro de los grandes hombres de confianza de Barbosa, también ha sido su operador por mucho tiempo, y además se ha especializado en llevar los temas más rudos y de bajo perfil, o sea su operación es muy clandestina, subterránea o como le quieran decir, tiene contacto con los medios de comunicación y sí figura más en la esfera pública.
4. Gabriel Biestro
En poco tiempo, Biestro se ha ganado la confianza de Barbosa, pero le tiene mucha lealtad, además Vero Vélez antes de llegar al gobierno del estado estuvo en Comunicación Social del Congreso local y me cuentan que hizo buena mancuerna con el diputado, son grandes amigos, se entienden bien y el legislador no se atrevería a denostar de esa forma a la funcionaria ni a su jefe político.
Con todos los antecedentes, yo podría suponer que el 02 es el número 3, pero como les digo, es una suposición y mi particular punto de vista, ustedes pueden tener una mejor opinión, pero el problema va más allá de eso, pues más bien es un tema de lealtad y de confianza.
¿Será que Barbosa siga confiando en su 02 y en todo el bloque de periodistas que ya traía?
Porque para habérsela jugado de esta forma Pedro Gómez y el 02 es porque seguramente tenían una oferta mediática muy atractiva que entre otros, incluía al propio Rodolfo Ruiz, Fernando Maldonado, Enrique Núñez, Gerardo Ruiz, Zeus Munive, solo por mencionar algunos.
Y también me surge otra duda: después de todo esto, Barbosa y Vero Vélez podrían confiar en cualquiera de ellos pese a que les juren lealtad, amor incondicional y se les vayan a arrodillar.
Conste que es una duda.