No me gusta eso de la zalamería y menos para la 4T, pero de verdad me siento muy contento o mejor dicho tranquilo por la buena noticia que me dieron y es que la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco hizo las pases con el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Me da gusto porque esto se traducirá en trabajo a favor de la ciudad de Puebla, una colaboración y coordinación que se requiere en la capital para atender temas como la inseguridad, los servicios públicos, echar para abajo la concesión del agua, entre otros.
El festejo del Grito de Independencia fue lo que unió a ambos gobernantes e hizo que dejaran atrás sus diferencias, para empezar a trabajar de manera coordinada y sobretodo que lleven una relación cordial, no sabemos si realmente han dejado de ser enemigos, pero al menos ambos tienen la intención de trabajar por nuestra ciudad.
Y a pesar de que tiene personalidades y formas distintas de ver y hacer política, lo primero que los unió fue el hecho de coincidir en que no quieren un festejo ostentoso como los de Moreno Valle para el 15 de septiembre, ambos plantearon por separado y luego en una reunión que tuvieron, la necesidad de hacer un celebración austera al estilo de la 4T.
Por lo que quedaron atrás los megafestejos morenovallistas con los conciertos masivos, los múltiples escenarios, las cenas fifís, los dobles gritos, la recreación de la Batalla del 5 de Mayo, los juegos pirotécnicos, platillos gourmet, los regalos ostentosos para los invitados VIP, Paulina Rubio, Yuri, Emanuel y Mijares y todo lo que se le ocurría a Moreno Valle.
En cambio, en el primer 15 de septiembre que darán los gobiernos emanados de Morena solo habrá un Grito, la cena fifí y los platillos gourmet serán cambiados por antojitos mexicanos y el festejo no se extenderá toda la noche en el Palacio Municipal, solo será un rato para que después todos se vayan a sus casas.
Además, Barbosa y Claudia Rivera saldrán juntos al balcón del Palacio Municipal para dar el Grito a los poblanos, a diferencia del primer festejo que encabezaron los gobiernos del PAN de Rafael Moreno Valle y Eduardo Rivera Pérez, pues recordemos que en aquel 15 de septiembre de 2011, Moreno Valle impidió que Lalo Rivera saliera con él, lo humilló y relegó del acto protocolario principal.
Para los siguientes años, cada uno de ellos hizo su propio festejo, el gobernador se iba a Los Fuertes y el presidente municipal se quedaba en el Zócalo, Lalo Rivera nunca fue invitado a la cena y a los conciertos masivos que daba Moreno Valle en el Fuerte de Guadalupe.
Ahora, vemos que la ideología y el punto en común sobre la austeridad se impusieron y predominará en este festejo, además de que habrá respeto entre Claudia Rivera y Miguel Barbosa. Esperemos que la lucha entre gobierno estatal y alcaldía por fin acabe.