El gobernador electo de Puebla, Miguel Barbosa Huerta tiene muy claro un objetivo y es trascender y reconfigurar la clase política en Puebla, creando un nuevo grupo político y borrando todas las huellas del morenovallismo.
Barbosa está consciente que tiene que lograr que Puebla siga como bastión de Morena para las elecciones intermedias del 21, por lo que está decidido arrancar con todo su administración para que se cumpla este objetivo. Incluso, me cuentan que se lo ha hecho saber al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Y a pesar de lo que muchos creíamos en el sentido de que sería muy reacio al gobernar, temo decir y confesar que me equivoqué. No es por ser zalamero, pero debo reconocer que el virtual gobernador me ha dejado con el ojo cuadrado y vaya que me ha sorprendido con el anuncio de sus primeras acciones.
Al parecer quiere ser un gobernador cercano a la gente —una buena estrategia para gobernar— sobre todo después de los años del morenovallismo en lo que tuvimos de todo, menos sensibilidad por parte de nuestros gobernadores. Pero creo que de todo lo que ha anunciado, me parece muy importante la reingeniería que hará a la estructura de gobierno, pues cuando Moreno Valle fusionó las dependencias fue con el argumento de eficientar su trabajo y reducir la nómina.
Cosa que nunca ocurrió, porque a pesar de que despidió a miles de burócratas, la nómina del gobierno del estado siguió engrosando, hubo un acoso y hostigamiento a los sindicalizados y las dependencias jamás rindieron frutos. Hoy, esta división de áreas que planea el nuevo gobernador puede dar más orden al gobierno del estado.
Abrir las puertas de Casa Puebla a la gente y ampliar el periodo para la verificación, así como las audiencias semanales, también son una buena señal de que al menos será un gobierno que mostrará empatía hacia los poblanos, que escuchará las necesidades y no será ostentoso.
Por cierto, a continuación les dejo una cartita aclaratoria que me envió mi buen amigo Carlos Sánchez Romero. Les dejo el texto para que se diviertan un rato.
