El país venezolano ha presenciado uno de los actos más oscuros de su historia, la toma de posesión de un gobierno que se proyecta hasta el año 2025, con un sombrío proyecto de profundizar una de las dictaduras más crueles de la historia latinoamericana.
El acto fue reprobado a nivel internacional dada la poca participación que tuvieron los comicios electorales que dieron a luz este “derecho a reelección”.
El acto de toma de posesión evidencia quienes son los secuaces del villano.
Solamente cuatro presidentes latinoamericanos acudieron al acto realizado en Caracas en la sede del Tribunal Supremo de Justicia: Evo Morales, de Bolivia; Miguel Díaz-Canel, de Cuba; Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador; y Daniel Ortega, de Nicaragua; y los únicos mandatarios procedentes de fuera del continente americano que asistieron fueron los presidentes de Osetia del Sur, Anatoli Bibílov, y de Abjasia, Raul Khajimba, dos países no reconocidos por la ONU… También sorprendió la asistencia del encargado de negocios de México, Juan Manuel Nungaray.
El gobierno de Rusia estuvo representado por el vicepresidente del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal, Ilyas Umakhanov, mientras que China envió al ministro de Agricultura y Asuntos Rurales, Han Changfu. También acudieron los vicepresidentes de Turquía y Bielorrusia, Fuat Oktay e Igor Liashenko, respectivamente; el ministro de la Defensa de Irán, Amir Atami; y el canciller de Palestina, Riad al-Maliki. ¿Es casualidad esta unión de representantes?... Es evidente que no, la difícil historia contemporánea de cada uno de estos países nos hace reflexionar sobre los conceptos de democracia, derechos humanos, y participación ciudadana.
Reza un viejo dicho “dime con quién andas y te diré quién eres”, con base en estas alianzas es fácil analizar cuál es la legitimidad del gobierno venezolano, cuyo apoyo desde las bases sociales y hasta de la misma milicia está en decadencia. ¿Por qué invitar a los representantes de los países más represores de pueblos en estos momentos para sentarse en primera fila si el anfitrión no lo fuera?... Es clara esta cruda historia… Al menos una buena parte del sistema internacional tiene clara la necesidad de que la “producción” de crisis humanitaria en Venezuela termine… y cada vez hay más iniciativas de acción de parte de éste, lentas pero seguras… al menos para el pueblo de este maravilloso país, esa es una gran ESPERANZA.
Gracias por leerme.
EL HADA DE GUERRA.