Mientras los gobernadores se pelean los curules y los presidentes intentan mantener sus ordenanzas… por otro lado, se encuentra más de un 50% de la población en pobreza, que en carencia de oportunidades y educación se dispone a buscar el pan de cada día de la manera “que sea posible”.
Hago referencia en este caso a las familias que, teniendo dificultades económicas sin poder mantener a sus hijos, deciden dedicarse a los actos delictivos, cuando, además, lamentablemente, éstos son solapados por autoridades y gobiernos.
El robo de gasolina, la reventa de comida y el tráfico de drogas, son delitos, en cualquier parte del mundo y sin importar la religión. Cuando los mismos padres de las familias son los que se dedican a estos actos, sin moral alguna, ¿qué se espera de niños y adolescentes que crecen en estas familias? ¿con qué moral le reclaman estos padres a sus hijos cuando roben o secuestren en la escuela o en la universidad, si la comida que les dieron fue producto del dinero mal habido?
Es complejo. Los gobernantes están preocupados por mantener su status y alianzas, las autoridades policiales por recibir “mordidas”, los padres de familia en las colonias/comunidades por hacer “amistad” con las autoridades corrompidas, para que les permitan hacer estos actos sin mayor inconveniente y poder darle de comer a sus hijos, y los hijos… Los hijos ante lo que ven en casa, ya piensan desde corta edad “cómo ser el mejor delincuente” de la zona, y así, sus padres ya no tengan que pasar “estos sustos y/o preocupaciones”.
Es compleja la cadena. No es un tema de economías. Es un tema de valores.
Al menos sabemos que éstos no son el 100% de los casos en la población… sólo Dios sabe cuál es el porcentaje de éstos en cada país… la degeneración social es un hecho… esperemos que aún haya niños que jueguen a ser superhéroes antes de jugar a ser policías o ladrones… hay réplicas de juego en la realidad que aún implican la lucha por la paz y la justicia, al menos esa es la ESPERANZA.
Gracias por leerme.
EL HADA DE GUERRA.