Hay que reconocerle a México el afrontar la crisis comercial con Estados Unidos de una manera histórica, por lo menos el equipo diplomático del gobierno dio la apariencia de intentar negociar y obtuvo lo que era el principal objetivo de esta misión, detener (no de manera definitiva) la imposición de aranceles que afectarían al comercio para ambas naciones.
Subrayo solo detener y no eliminar, porque sabíamos que las condiciones en las que esta negociación se realizaría terminaría en lo que ocurrió, una decisión del presidente Trump, especialista en construcción de contenidos para medios de comunicación, anunciando no un acuerdo sino el verdadero mensaje que citaría días más tarde, ¡Qué obtuvo lo que quería de México!
Negociaciones al estilo Trump
Existen distintos modelos de negociación, Trump es muy claro en la manera que negocia, su estilo es ganar - perder, el magnate siempre se llevará la mejor parte y él es quien establecerá las reglas del juego. Este modelo lo ha aplicado no solamente a nuestro país, sino que lo ha puesto en práctica con grandes potencias a nivel mundial siendo muy pocos los casos en los que lo hemos visto negociar en condición de equidad (ganar - ganar)
México era para él una presa fácil, ¿a quién le urgía resolver esta crisis?, ¿quién es el más afectado una vez que se aplicaran estos aranceles? la carrera contra el tiempo no era de él sino del grupo de mexicanos encabezados por el el canciller Marcelo Ebrard que tenía los ojos del país puestos en él.
La cobertura mediática por parte de la prensa fue una presión extra, cada avance era analizado por especialistas quienes daban su punto de ver ante esta situación que al final, tal cual clímax organizado para una de las producciones televisivas del magnate, se daría el anuncio de un amargo triunfo ¿por qué? simplemente porque, sin hacer menos el trabajo diplomático realizado por el equipo mexicano, México no negoció en condiciones de igualdad, la batuta siempre estuvo del lado del presidente Trump, mas que nunca hemos mostrado nuestra enorme debilidad ante nuestro vecino, nuestra incapacidad para tener un plan B que incluya al resto del mundo para gestionar acciones comerciales que no nos hagan dependientes de Estados Unidos, éstas y otras cosas son las lecciones que Donald Trump quizo demostrarle al Presidente López Obrador quien con su política pacifista, no fue un anzuelo que fuera mordido por el presidente americano.
México Versus Trump, ¿Listos para el Round 2?
El éxtasis por este significativo triunfo seria muy breve, Trump anunciaría muy pronto el inicio de la cuenta regresiva para un nuevo ataque al citar que él sería quien juzgaría si las acciones realizadas por el gobierno mexicano atienden las exigencias propuestas por su gobierno y que en caso de incumplir, nuevas sanciones serían aplicadas.
La pregunta es, si el mismo gobierno norteamericano no ha sido capaz de controlar a Trump, ¿lo podrán las acciones que nosotros hagamos? ¡Es casi como ponernos en manos del humor en el que despierte el presidente!
Y está en su derecho, a final de cuentas desde el modelo ganar - perder él es quien marca los tiempos y la dirección de la negociación.
Sus comentarios a medios americanos argumentando que obtuvo lo que quería no hacen otra cosa más que evidenciar que el control lo tiene él y que México hará lo que indique o si no se aplicarán las diversas sanciones que ya ha citado con anterioridad. Pero el ataque no ha concluido ahí, Trump ha utilizado a la perfección los medios mexicanos para atacar, ¿recuerda estimado lector el tema sobre los acuerdos a los que se llegaron en esa reunión y que no fueron comunicados por parte del equipo diplomático?, tema que ha tenido que desmentir una y otra vez el equipo diplomático en diversas entrevistas argumentando que lo pactado es lo que está en el acuerdo, declaración que tuvo un revés cuando Trump ha asegurado que existen otros acuerdos que incluso (enseñando en tono burlesco una hoja de papel y mostrándose como el poseedor de la verdad de lo que en realidad se negoció) ha sido una táctica muy efectiva para dividirnos, ¡sí dividir opiniones con respecto a nuestro gobierno y su capacidad para enfrentar esta crisis!
Muchos son los señalamientos que podemos hacer de manera interna sobre la efectividad o no de nuestro gobierno para atender esta crisis y/o resolverla, pero que los comentarios provengan desde un externo y que generen estos resultados de división en la opinión pública, que existan declaraciones en donde se active la bomba de tiempo en la que una nueva guerra de tensiones diplomáticas se anuncie posiblemente a corto plazo, no son más que la antesala que poco a poco revela el verdadero juego y los tiempos del presidente Trump y su preparación para el Round 2 de esta batalla.