El pasado viernes una de las vallas publicitarias de la autopista del Perfiférico, en Ciudad de México, fue hackeada y empezó a retransmitir un vídeo pornográfico de una mujer masturbándose. En poco rato el tema era trending topic en Twitter y las imágenes estaban corriendo como la pólvora en la red.
Más allá del debate de si este troleo tiene gracia o no, hay que tener en cuenta el peligro para la seguridad vial que implica algo así. Una distracción de este tipo en una autopista concurrida podría provocar accidentes, por lo que las autoridades decidieron que lo más seguro era enviar a alguien a desconectarla.
El encargado de cumplir con este acometido fue el bombero Álvaro Jiménez González, que después de trepar a la valla sin utilizar el arnés de seguridad pertinente, cayó al vacío. Más tarde, falleció en el hospital.
Raúl Esquivel, director de la unión local de bomberos, mostró desde su cuenta de Twitter el apoyo a la familia del fallecido.
Gobierno de la Ciudad de México para la familia de nuestro compañero. pic.twitter.com/Whjt06cLNL
— Jefe Vulcano (@Raul_Esquivel_C) 4 de marzo de 2017
La compañía gestora de la valla publicitaria, Grupo Cartelas, tuiteó para informar a conductores de que las imágenes habías sido desconectadas y condenando públicamente a los responsables de la desafortunada broma.
Las autoridades locales han presionado a la empresa responsable de la valla para que refuercen sus medidas de seguridad para evitar que incidentes de este tipo puedan repetirse.