Los policías estatales de Puebla laboran bajo condiciones de corrupción, humillación, discriminación, acoso sexual y con la presión de realizar favores personales a sus superiores, según reveló una encuesta realizada por la organización Causa en Común.
De acuerdo con el documento, el 28.5 por ciento de los uniformados poblanos entrevistados dijeron que en su entorno laboral han visto situaciones de humillación entre sus compañeros, mientras que el 27.5 y 22.3 por ciento señalaron que han presenciado discriminación y acoso sexual, respectivamente.
Además, el 11.7 por ciento de los policías indicó que sus principales tareas han sido hacer encargos personales a sus superiores, así como para sus familiares de estos.
El 40% de los uniformados considera que hay corrupción en su corporación
El estudio de la organización señaló que el 40 por ciento de los uniformados estatales encuestados consideraron que en su corporación policiaca hay corrupción, principalmente en los mandos altos.
Solo el 27.3 por ciento indicó que la corrupción se presenta en mando medios, mientras que el 9.1 por ciento en mandos bajos.
Pruebas de confianza han servido para dar de baja a “buenos elementos”
El 59.1 por ciento de los policías poblanos indicaron que las pruebas de confianza que se les realizan han servido más para dar de baja a “buenos elementos”.
Solo el 45.8 por ciento señaló que estos exámenes de control han sido buenas para dar de baja a aquellos uniformados malos.
También, el 72.9 por ciento consideró que la sociedad tiene desconfianza en ellos, mientras que el 75.3 por ciento dijo que los ciudadanos los discriminan.
En abril pasado, el Indice de Paz México 2017 informó que la entidad poblana era la tercera a nivel nacional con menos policías, pues un uniformado debía atender la seguridad de 757.5 habitantes.
VER: En Puebla, un policía debe atender a 757 habitantes: Índice de Paz 2017
Asimismo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a través de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) reveló que el 41 por ciento de los poblanos desconfiaba de su policía.