Thursday, 04 de July de 2024
Martes, 05 Marzo 2013 18:08

El Santo, vigente “porque aún necesitamos héroes”

La carencia mitos y la constante renovación de una imagen, más allá de la mercadotecnia.

Por : Milenio

A menos de un año del 30 aniversario del fallecimiento de Rodolfo Guzmán Huerta, su personaje está más vivo que nunca, El Santo, lo mismo por la carencia mitos que por la constante renovación de una imagen, más allá de la mercadotecnia, reconoce el investigador Álvaro A. Fernández, autor del libro "Santo el enmascarado de plata". Mito y realidad de un héroe mexicano moderno  (Univercidad de Guadalajara-Colegio de Michoacán). 

Ahora más que nunca, porque en las últimas dos décadas ha habido una carencia de héroes impresionante: en términos de la ficción en tensión con lo que se puede considerar con lo real, es un mito que se impregnó tanto en las entrañas culturales, que es difícil que salga, el mito se renueva en forma constante, se está ‘resemantizando’, como dirían los semiólogos, su carga simbólica o sus significados ligados a la cultura.

Presentado en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), el volumen pretende ofrecer una revisión antropológica y cultural acerca de un personaje que aún pervive en las películas exhibidas en televisión o en la imagen de sus herederos, pero sobre todo en una sociedad a la que todavía le hacen falta héroes.

El mito siempre ha sido fuerte y siempre ha tenido un significado cultural ligado a nuestra sociedad. Sin embargo, ahora veo que su imagen ha proliferado mucho más, incluso podríamos rescatar algunos significados que son claves para entender el fenómeno, como la ruptura que hizo entre la fantasía y la realidad: uno podía ir a la lucha libre y verlo en el ring y en ese mismo fin de semana verlo luchar contra los marcianos.

Desde su perspectiva, otra clave es la carga simbólica que trae el héroe, porque nació en un momento en que la modernidad mexicana vivía un punto muy álgido en términos económicos, políticos y sociales, a fines de los años 40 y principios de los 50, cuando “hay una tensión entre seguir conservando las viejas tradiciones y costumbres o inscribirse en la modernidad”.

Lo que hace el mito de El Santo es congregar los valores de esa época: religiosos, porque se llama El Santo, sociales, culturales y hasta de una idea de la modernidad. Entonces, esa tensión entre lo fantástico, lo imaginario y lo real es lo que le da esa peculiaridad al héroe y que le da esos significados que en otra cultura, como la sajona, no tendría.

Explica el investigador de la Universidad de Guadalajara.

Una primera edición del libro apareció en 2004, si bien prácticamente al año y medio se habían acabado los ejemplares, hasta que vino el interés de la Universidad de Guadalajara y El Colegio de Michoacán para recuperarlo, con algunos cambios en los ensayos y mayor riqueza visual.

El libro está actualizado: en el último capítulo, por ejemplo, lo que hice fue eliminar un análisis del héroe de traje y mallas, en blanco y negro, con un rígido código moral, por la transformación que ocurre hacia el héroe de tecnicolor, donde ya el código moral se diluye, empieza a andar con chicas, sobre todo por la influencia del James Bond.

En palabras de Álvaro A. Fernández.