La tarde del 20 de agosto Iván Altamirano fue golpeado y asaltado en el Centro Histórico de Puebla, luego de que comerciantes y transeúntes lo acusaran de haber secuestrado a un pequeño. En realidad, el joven fue víctima de una nueva modalidad de asalto en el que bandas usan la confusión para robar celulares y carteras del supuesto “secuestrador” y de los mirones que se aglutinen.
El joven realizó la denuncia a través de un post en su cuenta de Facebook, ahí relata que iba caminando sobre la 10 poniente cuando una señora, desesperada, le pidió ayuda porque le habían robado a su hijo y señaló a un señor que iba corriendo con un pequeño.
Iván lo alcanzó y logró recuperar al pequeño para entregarlo a su madre, pero en ese momento la supuesta mamá lo acusó a él de secuestrador; ella y el señor que se había llevado al niño, quien resultó ser su papá, lo comenzaron a golpear y a pedir ayuda de los comerciantes para detenerlo.
En los diversos videos que desde entonces circularon por la red se ve a Iván Altamirano fuertemente golpeado intentando explicarle a la multitud qué era lo que realmente había sucedido.
También se puede ver cómo dos jóvenes le roban su celular y su cartera.
PÁGINA NEGRA consultó con los comerciantes de la zona, quienes revelaron que no es la primera vez que sucede “una confusión” de esta naturaleza.
Iván Altamirano acusa que se trata de una banda que tiene un modus operandi definido para aprovecharse de la confusión para robar a la gente.
En los comentarios de la publicación, que tiene ya 148 mil shares, se lee a otros que acusan que son los mismos comerciantes de la zona quienes se ponen de acuerdo para el atraco.
PÁGINA NEGRA pudo identificar en las fotografías y videos publicadas del incidente a una persona que es la que se encarga de difundir la noticia del “secuestrador” y pedir que lo linchen; a otro que saca fotos y las reparte entre los grupos de comerciantes de la zona, y a otros más que aprovechan para robarle al joven su celular y su cartera.
En otros comentarios de la publicación también hay quienes aseguran que los mirones también fueron atracados.
Luego de la amarga experiencia, el joven advierte a los usuarios de Facebook que no se dejen engañar y que si alguien en la calle les pide ayuda por un atraco o secuestro, no lo ayuden, que sigan su camino.
