Tragedias

Despiden en Huejotzingo a peregrinos fallecidos en la México-Puebla

- Foto: El Sol de Puebla

Más de mil personas, tanto oriundas de la localidad como de comunidades circunvecinas, arribaron al atrio de la iglesia de Santa María Nepopualco, el cual lució abarrotado, incluso había gente desde la plaza central.

Por El Sol de Puebla.

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Familiares y amigos de los peregrinos de Santa María Nepopualco que perdieron la vida en un accidente vehicular en la autopista México-Puebla les dieron el último adiós antes de que depositaran sus restos mortales en lo que será su última morada: el panteón de la comunidad.

Más de mil personas, tanto oriundas de la localidad como de comunidades circunvecinas, arribaron al atrio de la iglesia de Santa María Nepopualco, el cual lució abarrotado, incluso había gente desde la plaza central.

En el lugar también estuvieron los estudiantes de la Telesecundaria Lázaro Cárdenas, quienes acudieron a despedirse de sus compañeros que perdieron la vida en el trágico accidente del pasado martes.

Los alumnos, de acuerdo a la creencia de la población, portaban moño blanco, ya que sus compañeros eran niños que no habían pecado.

Durante la ceremonia religiosa, el vicario episcopal, Fidel Viveros, destacó que: “este acontecimiento… la muerte de estos once hermanos en el accidente del pasado 12 de diciembre, después de visitar la Basílica de Guadalupe fue inesperado para todos”.

 Nos llena de sentimientos encontrados… el sufrimiento no se puede evitar, porque con la muerte de estos hermanos, los lazos naturales que nos unían a ellos se han roto”, enfatizó al inicio de la misa de cuerpo presente.

Ya en su homilía, el sacerdote recordó que estuvo al frente de la parroquia y dijo que le daba gusto ver a todos los grupos pastorales que se unieron y solidarizaron con los familiares de quienes perdieron a un ser querido.

Fue así como señaló que no se preocuparan sus familiares, pues los peregrinos ya estaban preparados para gozar del reino de los cielos y que la virgen de Guadalupe los estaba recibiendo con los brazos abiertos, pues al acudir a la Basílica de Guadalupe ya estaban “preparados para el encuentro del Señor”.

Dios buscó cosas de misterios, pero también de amor, que ellos amigos de Jesús, hermanos de Jesús, hijos de Dios, estarán con Cristo”, agregó.

Tras concluir la celebración litúrgica, pobladores hicieron fila por más de hora y media para despedirse de su ser querido; lo mismo hicieron los alumnos de la telesecundaria.

A la par de la sepultura, como es costumbre en esta población, una banda de viento estuvo entonando algunos cantos religiosos.

Finalmente, los féretros fueron trasladados —entre música, flores, coronas— a su última morada: el panteón de Santa María Nepopualco, donde madres desconsoladas, hijos que buscan a su papá, fueron acompañados por sus familiares para darles fuerza, para dejarlos ir, pues solo son sus restos mortales, pues como lo señaló el sacerdote: “en estos momentos se encuentran en el reino de los cielos, gozando de la verdadera vida, pues no han muerto, han resucitado en la fe de Cristo”.

El Sol de Puebla.