El niño Ángel Ramirez Borges de 8 años, cayó desmayado después de ser perseguido 20 metros por un gallo que estaba en el patio de sus abuelos.
La abuela del menor salió de su casa después de escuchar los gritos de su nieto, quien agitadamente pudo explicar lo sucedido antes de que se desvaneciera en los brazos de la señora.
Los abuelos acudieron a una clínica cerca de su domicilio, pero la encontraron cerrada, inmediatamente le hicieron señas a un carro que iba pasando y le explicaron al conductor lo que sucedía, quien no dudo en llevarlos.
Fue trasladado a la clínica del IMSS en el municipio de Hunucmá, Yucatan, pero al llegar ya había fallecido por un infarto ocasionado por problemas del corazón que padecía de nacimiento.
La Fiscalía de General del Estado (FGE) tenía conocimiento del caso, pero no intervinó porque un médico del IMSS dio el diagnóstico del fallecimiento.
El señor Olegario Borges, abuelo del menor, relató que fue de visita a su casa por motivo de las vacaciones de Semana Santa, pues él vivía en Mérida, además de confirmar que padecía de problemas cardíacos.
El percance sucedió a las 6:00 pm después de que el niño saliera de la alberca que se encontraba a unos kilómetros de la casa su tío.