Jorge Salvador González, el reo que asesinó a su pareja Rocío Edith Sánchez García mientras lo visitaba en el penal de San Miguel, ingresó por el homicidio de su esposa el 19 de agosto de 2014.
El feminicida reincidente fue descrito por sus compañeros de San Miguel como el más hábil artesano escultor en madera dentro del Centro de Reinserción Social.
El sábado 27 de mayo sacó un cuchillo que utilizaba para el tallado de las figuras, pues sabía que su pareja lo terminaría. De acuerdo a testigos, alrededor de las 11:30 de la mañana Rocío Edith ingresó al penal para visita conyugal.
Jorge Salvador y Rocío Edith sostenían una relación desde hace dos años. Pidieron unas cervezas y se encontraban en la explanada del penal, en la zona conocida como “Las Casitas”.
VER: Feminicidio 43: Una mujer es apuñalada y degollada por su pareja en el penal de San Miguel
Rocío Edith le dijo que debían de terminar su relación. Jorge Salvador se tornó violento. Sacó de su ropa un pequeño cuchillo que utilizaba para el tallado de figuras, le cortó el cuello y luego le propinó varias puñaladas.
Fuentes dentro del penal aseguraron que Jorge Salvador acudió al Central de Custodia, poco después de las dos de la tarde, y le dijo a los oficiales que acababa de matar a su pareja, pero no tenía el cuchillo entre las manos. Las primeras versiones señalaron que el arma quedó entre el cuerpo de la mujer.
El cadáver de Rocío Edith fue levantado del patio del centro de readaptación social por elementos de la Fiscalía General del Estado alrededor de las tres de la tarde.
En un comunicado oficial, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado informó que González fue enviado un área de mayor seguridad dentro de la prisión. Según explicaron fuentes dentro del centro penitenciario fue recluido en el Dormitorio W.
Jorge Salvador González ingresó al penal el 19 de agosto de 2014 debido a que se inició en su contra el proceso 355/2014, radicado en el Juzgado Tercero Penal, por el delito de homicidio calificado en contra de la que era en ese entonces su esposa.
Sus compañeros en el penal lo describen como “un tipo tranquilo”, que se pasaba el tiempo en los talleres y usualmente tenía encargos de todos los reos.
Muchas de ellas salían de la prisión para su venta. Algunos de los reos con buen poder adquisitivo le encargaban figuras religiosas o de animales para adornar sus crujías.
El homicidio de Rocío Edith fue contabilizado como el feminicidio número 43 ocurrido en la entidad en lo que va del año.
Este es el mapa interactivo de PÁGINA NEGRA con cada uno de los casos: