Fuertes empujones segundos antes de entrar al vagón y después solo se escucha el llamado a la policía.
La forma en que operan los carteristas no se reduce a un grupo de entre dos o tres personas, operan incluso en células de hasta seis personas y puede haber más de dos grupos en un mismo anden, simulan no conocerse.
En la estación Hidalgo se les ve juntos esperando en el andén, pero nunca abordan.
Mientras llega el tren recorren el andén de forma sospechosa ubicando a posibles víctimas a momentos se vuelven a agrupar.
Difícilmente se les encontrará el objeto robado ya que los entregan a alguno de sus cómplices y los afectados prefieren retirarse antes que levantar una denuncia.
Una de las víctimas se dirigió al MP especializado para usuarios del Metro, aseguró que los funcionarios intentaron persuadirlo para no denunciar.
Cada vez las bandas de carteristas operan con más libertad y de manera organizada.
Dicen las víctimas que los carteristas son apoyados por las mismas autoridades.