En audiencia de Control de Detención que se llevó a cabo este miércoles, la defensa de Jenifer Tlapale reveló que la joven de 15 años iba a ser vendida por su novio Brandon y su papá para ser prostituida en Sonora, aunque aceptó que la menor escapó de su casa por voluntad propia.
Durante la audiencia en la que PÁGINA NEGRA estuvo presente, el juez determinó que tanto Brandon como su papá, identificado como Hector N., siguieran su proceso en libertad, y para evitar que se dieran a la fuga, pidió 15 mil pesos a cada uno y que cada lunes acudan a firmar, esto como medida cautelar. Además tienen prohibido buscar o acercarse por cualquier medio a la joven, sus padres y familiares que fueron testigos de la detención.
El próximo lunes se llevará a cabo una segunda audiencia en la que los acusados de privación ilegal de la libertad se determinará si son sujetos a proceso.
La familia de Jenifer comentó ante el juez de control que, efectivamente, la joven se fue de su casa pero que escuchó una conversación entre Brandon y su padre en la que decían que la venderían a un tratante de personas en Sonora, por lo que tomó a escondidas el teléfono del joven cuando lo estaba cargando para dar aviso a su familia y las autoridades.
También se dijo que la familia de Brandon tenía problemas económicos y que con el dinero de la venta saldarían sus deudas.
Durante la audiencia, que fue dirigida por el juez Alberto Bagatella Bermúdez, la familia de Jenifer se mostró notablemente molesta por la liberación de Brandon y su padre, pues temen que vayan a escapar.
En un momento en que el juez de control les dio la palabra los padres exigieron que ambos detenidos fueran enviados a prisión pero se les explicó que en el nuevo sistema de justicia el delito por el que se les acusa no es castigado con prisión preventiva.
De acuerdo a lo relatado por los padres de la joven, y como obra en proceso, el 22 de mayo cuando fue rescatada la policía la encontró en un baúl en donde supuestamente la metieron Brandon y su padre para esconderla. Hay 5 testigos y cuatro policías que presenciaron estos hechos.
Fue el 12 de mayo cuando desapareció la joven de 15 años, su familia la buscó desesperadamente y hasta hicieron dos manifestaciones en la Fiscalía General para que emitieran la alerta Amber.
El 22 de mayo cuando apareció, la versión que circuló su familia a los medios de comunicación fue que ella había logrado comunicarse para decirles que la tenían secuestrada en una casa de seguridad en la colonia 3 de mayo.
Jenifer contó que uno de sus plagiarios había dejado el teléfono celular y con eso pudo hacer una llamada. Dijo incluso que estaban por venderla a un tratante de personas que la llevaría primero a Tenancingo, después a Pachuca y finalmente a Sonora.
Sin embargo, la mañana del 23 de mayo la Fiscalía General del Estado descartó que se haya tratado de un secuestro y fuera víctima de trata de personas.