La Procuraduría General de la República atrajo el caso del periodista Freddy Morales Salas, quien fue agredido el 14 de agosto en su domicilio del municipio de Venustiano Carranza.
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Según informó Claudia Martínez, titular del Colectivo Nacional de Alerta Temprana de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, este fin de semana el mecanismo federal de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) retomó la investigación y se la arrebató de las manos de la justicia local
El caso fue atraído ante la desconfianza de los familiares de Freddy Morales hacia las autoridades de Puebla después de que su secretario particular, Bernabé Mateos, fue retenido supuestamente para declarar como testigo.
En Puebla, el Consejo Estatal para la Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos informó a través de Twitter que se habían puesto en contacto y apoyado a la familia de Freddy Morales, sin embargo la ayuda llegó 24 horas tarde.
Como PÁGINA NEGRA informó, el corresponsal en la Sierra Norte de Puebla para la cadena Radiorama de Poza Rica, Veracruz fue atacado el 14 de agosto, sufriendo quince heridas y un corte en la garganta. Fue dado de alta la semana pasada.
Inicialmente, su hijo Eliezer Morales mencionó que el periodista cubrió temas relacionados con el robo de hidrocarburo y después decidió dejar el tema por temor a represalias, enfocándose en la información sobre los municipios de la Sierra Norte.
Tras la intervención del Consejo Estatal para la Protección de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, el hijo del periodista cambió su versión y declaró a Grupo Imagen que su padre no cubrió esos temas.
El viernes 18 de agosto, la Fiscalía General del Estado mantuvo retenido por más de ocho horas a Bernabé Mateos Cruz, testigo de los hechos en los que fue herido el periodista.
La Fiscalía General del Estado informó que el secretario del periodista solamente fue llevado a declarar por agentes ministeriales para colaborar con la investigación.