La falta de policías capacitados y de suficientes elementos de seguridad pública es uno de los principales factores que ha generado el incremento de la inseguridad en el municipio de Puebla, así lo consideró el director de la organización “El Arte De Servir En Tu Comunidad”, Gustavo Arteaga.
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El también administrador de la cuenta de Twitter “Zona Segura Puebla” (@ZonaSegPuebla), comentó que si bien es cierto que la falta de alumbrado y pavimentación de las calles ayuda a que los delincuentes se refugien en esas zonas, no es posible que se piense destinar más dinero a infraestructura que a acciones que ayuden en materia de seguridad.
Y es que el alcalde municipal de Puebla, Luis Banck, repartió 180 millones de pesos en pavimentación y luminarias en diferentes colonias y 120 millones en la compra de cámaras de vigilancia, lectoras de placas y alarmas vecinales. Aunque el edil mencionó que se destinarán 60 millones de pesos más de recursos propios para la inseguridad, con lo que los montos quedarían iguales.
Además, Gustavo Arteaga explicó que actualmente se cuentan con muchas cámaras de vigilancias que están conectadas a los centros de “respuesta inmediata” como los son el CERI y C5. Incluso, la mayor parte concentradas en el Centro Histórico de la capital donde se registra un alto índice delictivo, por lo que es absurdo querer comprar más cámaras si ya se tienen y no ha bajado la delincuencia.
El problema está en los policías
Gustavo Arteaga platicó que desafortunadamente, toda la culpa recae en las primeras autoridades que llegan a atender el reporte de algún hecho delictivo; es decir, en los policías.
Para empezar, “de nada sirve que se sigan comprando más patrullas y menos que sean sofisticadas si en ella solo viaja un solo elemento”. Es por eso, que muchas veces están hasta cinco unidades en un solo lugar, porque uno no se da abasto y casi siempre necesita pedir refuerzos.
En lo que hablas, en lo que te contestan, en lo que te piden tus datos, en lo que pasan el reporte al sector, en lo que llega la patrulla y en lo que pide el refuerzo… A ver, supongamos que en ese tiempo pasaron 10 minutos y eso ya es mucho decir. Si en estos momentos de robo tu celular, cuéntale 10 minutos a ver si me alcanzas, explicó Arteaga.
También dijo que los nuevos elementos que se incorporaron a la Secretaría de Seguridad Pública, son jóvenes recién egresados de la Academia de Policías, lugar donde supuestamente fueron capacitados; sin embargo, se necesita de experiencia para saber actuar ante cada situación.
Otro de los problemas que aqueja a los elementos policiacos es que su sueldo no es el suficiente y no están en condiciones de pagar trámites administrativos. Ahora, en el nuevo Sistema Acusatorio, los policías que detienen al imputado tienen que presentar su declaración de los hechos. Pero al entregarlo ante el Ministerio Público, este les solicita copias y trámites que tienen que pagar de su bolsillo para que pueda proceder la imputación. En caso de que ingrese, pierden hasta cinco o seis horas en rendir su declaración, motivo por el cual muchas veces prefieren subirlos a la patrulla y bajarlos más adelante.
Al opinar sobre las pruebas de confianza, dijo que muchos no las pasan porque están sometidos a estrés, debido a que al salir de su turno, inmediatamente se les aplica la prueba que consta de varias etapas y que tiene una duración aproximada de ocho horas. “No es que todos los que no pasan son delincuentes, a algunos los atoran por una u otra circunstancia y los obligan a presentar la pruebas bajo estrés y falta de alimentación”.
Estas son algunas de las situaciones que provocaron que los ciudadanos perdieran completamente la confianza en las autoridades. El director de “El Arte De Servir En Tu Comunidad” trabaja con comités vecinales que le reportan hechos delictivos en las diferentes colonias y asegura que los ciudadanos se tienen más confianza entre ellos y ya no requieren el “apoyo” de las autoridades, por lo que prefieren hacer justicia por su propia mano.
Sin embargo, aseguró que esta situación “está claro que no es correcta porque violencia genera más violencia y los ladrones que son golpeados brutalmente, a la otra ya salen con arma para defenderse”
Por último, agregó que los ciudadanos tienen una percepción equivocada de seguridad debido a que los policías realizan rondines en sus patrullas con torretas y sirena encendidas. Además, los helicópteros sobrevuelan muy bajo y también “hacen mucho ruido”, por lo que en el lugar de que las personas se sientan protegidas, solo espantan a la población al pensar que algún criminal está cerca de sus casas.
Las autoridades mienten, la incidencia delictiva no ha bajado
La detención de “El Kalusha”, “El Migra” y “El Luisito” fue muy mediática debido a que los asaltos que cometieron a la ruta 27 A y Ruta 68 se hicieron virales en redes sociales, incluso, en uno de ellos hubo un muerto.
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De acuerdo a lo comentado por Arteaga, si no se hubiera grabado o si una persona no hubiera muerto, simplemente sería un asalto más como los que ocurren casi a diario en la entidad y del cual, las autoridades ni siquiera tienen el reporte.
Estos sujetos son señalados como integrantes de bandas delictivas que se dedican al robo a transporte público con violencia y tras su detención, la incidencia delictiva no ha bajado como muchas veces lo han comentado los autoridades, simplemente que ahorita están de vacaciones los estudiantes “pero espérense a que regresen todos”, comentó Arteaga.
Además, dijo que en un momento, las autoridades anunciaron que ya habían detenido al responsable de la muerte de Erick Bolio durante un asalto ocurrido en la 27 A y después dijeron que ese no era y detuvieron a otro, motivo que generó desconfianza en la ciudadanía y “tampoco estamos seguros que ahora sí atraparon al que era”.
La solución al robo de autopartes
Para el administrador de la cuenta Zona Segura Puebla, el robo de autopartes es un delito que no se va a combatir realizando operativos que no funcionan porque “les dan el pitazo”.
Gustavo Arteaga dijo que una de sus propuestas, es que se haga revisión de permisos en los locales en los que se venden autopartes y en caso de no comprobar la legalidad y el permiso para vender, sea clausurado el local, multado el vendedor y también se multe a la persona que renta el lugar, pues deben saber qué cosa es lo que están vendiendo sus inquilinos.
Así, si la persona que vende paga su multa y quiere seguir vendiendo sus objetos robados, la persona que le renta el lugar para vender lo pensaría dos veces si es que no quiere enfrentarse a las autoridades.
Al final, Arteaga dijo que “las autoridades ya saben dónde está la solución pero no van allá”, pues no se acercan a los lugares donde verdaderamente tienen que ir como lo es el Mercado Independencia y la zona de la 46 poniente.