El Ayuntamiento de Puebla a través de su programa Corredor Comercial Temporal logró su objetivo en el retiro de ambulantes en las calles 6, 8, 10 poniente y la calle 5 de Mayo.
A partir de octubre, los comerciantes informales dejaron de colocar sus puestos en la vía pública para ubicarse en los lugares permitidos por el gobierno municipal que preside Luis Banck Serrato.
Antes, los ambulantes — que en su mayoría pertenecen a la organización Antorcha Campesina—se ubicaban frente a la Plaza de la Computación donde vendían desde pilas, antojitos, ropa y calzado, estos últimos prohibidos por la autoridad.
Fue el pasado 19 de mayo cuando el Cabildo de Puebla aprobó el Corredor Comercial Temporal del Centro Histórico, que limita la venta a ambulantes en la vía pública según lo marca el Artículo 1401 de la fracción IV del Código Reglamentario Municipal (COREMUN).
Los vendedores no se podrán instalar los lunes y jueves, ni podrán exhibir productos como alcohol, pirotecnia o piratería.
Cada una de las personas inscritas al proyecto deberá atender su puesto y pagar una cuota de 5 pesos por metro por hora cada 30 días, para renovar el espacio debe de liquidar su cuota 5 días antes del mes.
Los ambulantes podrán instalarse de 8 de la mañana a 9 de la noche. Todos tendrán una hora de tolerancia para instalarse y retirarse.
La semana pasada, el presidente de la Comisión de Gobernación, Oswaldo Jiménez López informó que analizarán aplicar nuevas sanciones en contra de los ambulantes que no respeten el Corredor Comercial Temporal que permite la venta de artículos en algunas calles del Centro Histórico.
VER: Analizan nuevas sanciones contra ambulantes que no respeten el Corredor Comercial
En julio, Jiménez López denunció que sólo 180 de los 303 espacios del Corredor Comercial están ocupados y acusó que los ambulantes siguen vendiendo artículos no permitidos por el Código Reglamentario Municipal (Coremun)
VER: Corredor Comercial convence poco a ambulantes; sólo 180 espacios han sido ocupados
Aún algunos vendedores informales intentan burlar a la autoridad, por lo que aún se pueden ver algunos de ellos toreando a los inspectores, pero se espera que pronto quede libre al 100 por ciento.