El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, firmó el acuerdo por el que se establece la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México como espacio de convivencia, y será obligatoria su realización cada año.
Al inaugurar la IV Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México en el Zócalo capitalino, reconoció la importancia de sus manifestaciones culturales y reiteró su compromiso de trabajar en leyes para la defensa de ese sector de la población y conservar sus tradiciones.
El acuerdo establece esta fiesta como espacio para dignificar y visibilizar saberes, prácticas culturales y artísticas, formas de protección y aportaciones a la medicina y herbolaria tradicional de comunidades indígenas, pueblos y barrios originarios en respeto a sus derechos y en fortalecimiento del carácter pluricultural y plurilingüistico de la ciudad.
En su discurso, Mancera Espinosa señaló que hoy se tiene una Constitución que considera los derechos de los pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México y ahora trabajarán en las leyes para la defensa de los pueblos, su cultura, para conservar tradiciones y en defensa de la ciudad.
Acompañado de integrantes de su gabinete, la representante de la Unesco en México, Nuria Sanz, recordó que trabajan para erradicar la discriminación y recordó la consulta que se realizó al Consejo de Pueblos y Barrios Originarios para integrar a este sector a la Constitución de la ciudad.
Ante la secretaria de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Rosa Icela Rodríguez, abundó que hoy la Ciudad de México tiene mucho qué presumir, como su Constitución que incluye y reconoce los derechos de los pueblos y barrios originarios de la ciudad.
Añadió que el acceso a la Feria es gratuito y a lo largo de sus pasillos podrá observarse artesanía, gastronomía, plantas curativas y todo lo que se quiera conocer del país y que se tiene que mostrar desde el Zócalo para el mundo.