Brian Vigneault, más conocido como PoShYbRiD en la comunidad gamer, ha muerto a los 35 años, después de pasar más de 22 horas jugando al videojuego World of Tanks. El estadounidense estaba haciendo un streaming en Twitch, la plataforma de Amazon en la que miles de jugones se reúnen para jugar juntos y mostrar sus gameplays a la comunidad.
En el momento de su muerte, PoShYbRiD llevaba casi un día entero jugando, en un acto benéfico que buscaba recaudar fondos para la ONG Make-A-Wish. A falta de dos horas para completar su reto, se ausentó para fumar un cigarro. Pero nunca volvió a su silla.
Quienes estaban siguiendo el streaming dieron por hecho que Vigneault se había quedado dormido. Sin embargo, al cabo de las horas los moderadores del chat descubrieron que había muerto. Así lo explicaron en un comunicado emitido en el propio streaming:
“Esto sabemos hasta ahora: en torno a las 3:30 AM CST, Poshy dijo que iba a fumar, dejando el stream conectado, pero nunca volvió. Alrededor de las 11 AM CST, todos habíamos asumido que se quedó dormido. Pero, sobre las 19, Sorelor lo vio en línea en Discord y le envió un mensaje. La persona que respondió se identificó como un agente de policía, y pidió a Sorelor que le llamara. Sore habló con él y llamó al departamento de policía de Virginia Beach para confirmar la identidad de los agentes. La policía confirmó que Brian había muerto”.
Las causas de la muerte estaban investigándose, pero todo apunta a que murió de un ataque cardíaco reforzado por el cansancio de estar tantas horas seguidas conectado. En los vídeos del streaming se puede observar que Vigneault no está en muy buen estado. Además, era famoso por beber alcohol y fumar durante sus streams.
Tras conocerse el fallecimiento, la comunidad de World of Tanks salió en masa a las redes sociales para recordar a PoShYbRiD y a los tres hijos que deja huérfanos. También han llovido críticas hacia Twitch. La plataforma de Amazon premia (indirectamente) este tipo de retos, por lo que está llena de vídeos de este estilo. En un reciente reportaje de Kotaku, confirmaban su popularidad:
“Los streamers profesionales con los que contactamos recordaron sus noches de streamings precedidos por una jornada completo de trabajo para atraer la atención a sus canales. Muchos dijeron que, al principio, la depresión, la ansiedad y la privación de sueño se convirtieron en una plaga derivada del temor a que los fans pasaran de su canal en cuanto cerraran sesión”.
Esta no es la primera muerte que ocurre por un motivo similar. Hace poco más de un año, un hombre murió en un cibercafé de Taiwan tras pasarse tres días enteros sin parar de jugar. La práctica es aún más popular en Corea del Sur, donde estos centros se llenan de gamers que dedican todo su día a los videojuegos.