El 28 de octubre Luis Ángel León, de 16 años, viajaba desde la comunidad de Ocotitlán hacía su casa luego de trabajar su jornada diaria como albañil, cuando al autobús se le ponchó una llanta. Estaban en la Magdalena Tetela, en el municipio de Acajete, y decidió bajarse para buscar un poste donde orinar, en eso estaba cuando los Policías Estatales le dispararon a quema ropa y quedó muerto tendido en el pavimento.
La Policía Estatal había llegado para un operativo contra ladrones de combustible de la zona, en el que decomisaron tres camionetas que transportaban toneles con residuos de combustible, según informó la Fiscalía. Ni un detenido.
Cuando la comunidad se enteró del homicidio de Luis Ángel creció la indignación y de inmediato cerraron la federal y la autopista Puebla-Acajete. Por más de 8 horas los ciudadanos quedaron atrapados en un tráfico inclemente, la Policía Estatal no se atrevía a liberar las vías porque decían que “la zona estaba muy caliente”. Fue hasta las 10 de la noche que Capufe informó que por fin la carretera se había liberado.
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado de Puebla sigue las indagatorias para conocer si realmente la bala que mató a Luis Ángel venía de las armas de la Policía, pues se acusa que en el operativo los huachicoleros estaban armados y dispararon también contra los uniformados.
Pero para los padres del joven, Andrés León Varela y Altagracia Cid Valdés, solo hay una versión: fueron los policías quienes mataron a su hijo. Así lo dicen en la entrevista que otorgaron este sábado al Sol de Puebla, en pleno funeral.
Nosotros queremos que la autoridad los entregue a ellos, porque ellos saben más que nadie quiénes fueron (…) lo primero que yo quiero ver es que los encierren”.
El sentimiento de coraje e impunidad fue evidente en sus rostros después de manifestar que para ellos, puede haber un encubrimiento hacia los policías que mataron a su hijo.
Su papá rechazó que Luis Ángel estuviera involucrado en el robo de combustible, y que, como algunas versiones señalan haya participado en el enfrentamiento con la Policía durante el operativo:
Él venía de Ocotitlán, se le ponchó la llanta y ya se bajaron a ver y él estaba orinando en un poste. Ya iban de salida los policías y empezaron a tirarle sin deber nada”, denunció el padre de Luis Ángel.
Los pobladores no solo cerraron las carreteras, mantuvieron cerrado el acceso a La Magdalena hasta este día por el temor de que las autoridades entren a detener a los involucrados en el robo de combustible y en el cierre de las vialidades.
Además, la madrugada del sábado quemaron una patrulla de la Policía Estatal, sin tripulantes, como método de protesta.
Uso de menores de edad para robar combustibles es cada día más común
Aunque los padres de Luis Ángel rechazaron una y otra vez que su hijo estuviera involucrado con el robo de combustible, el uso de menores de edad en este delito es cada vez más común.
El primero de septiembre, PÁGINA NEGRA publicó que adolescentes y niños son reclutados para formar parte de las bandas de ladrones de combustible a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en los municipios de Palmar de Bravo, San Matías Tlalancaleca y Tepeaca, en el estado de Puebla.
VER: ¡Como los narcos! Ladrones de combustible reclutan niños en Puebla #NiñosHuachicoleros
Los menores son adiestrados para trabajar como choferes, halcones y hasta para colocar mangueras al momento de la extracción de la gasolina, pues son más ágiles que los adultos.
Los alcaldes de Tepeaca, David Huerta y de Tlalancaleca, Óscar Anguiano revelaron en ese entonces que bandas dedicadas al robo de combustible ya emplean a niños. Anguiano hizo un llamado a las familias a orientar a sus hijos para evitar que se enrolen en estos grupos delictivos.
Pobladores de estas comunidades, quienes pidieron la gracia del anonimato por temor a represalias, informaron a CENTRAL que los delincuentes ofrecen salarios desde 500 hasta mil pesos por día de trabajo. Mientras que los adultos cobran entre mil 200 y mil 500 pesos diarios.
Además de ser más barata, la mano de obra infantil dentro de la cadena de robo de hidrocarburo resulta más conveniente para los huachicoleros. En algunos casos incluso a los menores de edad se les proveen de armas de fuego porque tienden a ser más ágiles y arriesgados.