Ha sido muy comentado el baile que se marcó la vicepresidenta en El Hormiguero, pero nadie ha reparado en la demostración que hizo de cómo reírse con la boca cerrada. Nadie, salvo los dentistas. Pablo Motos le puso un vídeo con un grupo de whatsapp de dirigentes del PP, y Soraya no paró de reírse ¡con la boca absolutamente cerrada! Fue, realmente, un espectáculo que pocos han comentado, salvo, insistimos, los dentistas.
¿De qué viven los dentistas? Fundamentalmente, de arreglar dentaduras para poder “lucir sonrisas”. Esa es su propaganda. Pero si aprendemos a sonreír, y a reír, con la boca totalmente cerrada, como demostró la vice, los dentistas, que ya han notado cómo les ha afectado la crisis, pueden irse definitivamente a la ruina.
No hay ninguna nota de protesta de ningún colegio oficial de odontólogos y estomatólogos. Eso es cierto. Por el conducto reglamentario, estos profesionales no han enviado ninguna queja a Moncloa. Pero sabemos que están disgustados, muy disgustados. “Como la vicepresidenta logre crear tendencia, y la gente aprenda a reírse con los labios absolutamente apretados, esto va a ser nuestra perdición”, se han lamentado, en conversaciones informales con algunos dirigentes del PP. Y han ido más lejos: “Estamos dispuestos a arreglarle la boca a la señora Sáenz de Santamaría absolutamente gratis, antes de que acabe la campaña electoral”, ha dicho uno de ellos, que vota a este partido, “para que, además de la recuperación económica, pueda lucir una sonrisa como Dios manda”. Y, recordando a la Pantoja, ha añadido: “¡Dientes, dientes, que eso es lo que les jode a los de la izquierda!”.