Friday, 29 de March de 2024
Jueves, 17 Julio 2014 03:40

#LeyBala rompe las cuerdas vocales de manifestante de Chalchihuapan

Hagamos memoria. Martín Romero es el hombre de alrededor de 50 años cuya imagen fue captada en video mientras se limpiaba la sangre con al agua de un charco. Nunca más volverá a hablar, sus cuerdas vocales quedaron destrozadas

Por : Edmundo Velázquez / @mundovelazquez

Martín Romero Montes fue dado de alta el martes 15 de julio de un hospital privado, nunca más volverá a hablar, sus cuerdas vocales quedaron destrozadas. La herida fue provocada por un proyectil de gas que le lanzaron a quemarropa los Policías Estatales el 9 de julio. El hombre ni la debía ni la temía, él sólo estaba limpiando su tierra.

Tenemos un terrenito, ahí por el puente. Mi esposo nomás fue a limpiarlo cuando empezaron las cosas. Se metió para calmarlos y mire cómo lo dejaron", narra su esposa.

Hagamos memoria. Martín es el hombre de alrededor de 50 años cuya imagen fue captada en video mientras se limpiaba la sangre con al agua de un charco en las tierras de labriego que circundan el puente de acceso a San Bernardino Chalchihuapan, junta auxiliar de Santa Clara Ocoyucan.

Al hombre le tuvieron que reconstruir el rostro tras ser impactado por el proyectil de gas en el pómulo. Le fracturaron la quijada y arrastraron las cuerdas vocales. Cuando se pregunta sobre su estado de salud a los vecinos se ven entre ellos y agachan la mirada. A Martín tendrán que ponerle tres placas de metal en la cabeza. Está todo vendado del rostro. Acaba de bañarse y tiene hoy por la tarde una consulta más con los médicos que lo revisan en Puebla.

"Va a perder la voz, tuvo daño en las cuerdas vocales, no puede decirle nada, tiene vendada toda la quijada", dice uno los vecinos de la calle Cristo Rey, donde vive Martín. La calle comunica San Bernardino Chalchihuapan con el puente. Hasta ahí llegaron las balas de goma, las granadas bailarinas de gas, las latas y las pedradas "de alto calibre" que también les propinaron los uniformados a los vecinos.

Ellos también traían resorteras, ellos también usaron piedras. Eso no lo dice Moreno Valle ni nadie. Ni los medios. Ellos empezaron", agrega Eric Montes, el hermano menor de Javier Montes, el edil auxiliar de Chalchihuapan.

"¿Qué más quieren?"

Chalchihuapan es prácticamente cercano a la capital de Puebla, pero el servicio de transporte público lo aleja una eternidad. Se tiene que tomar un camión por la carretera federal a Atlixco y en el kilómetro 16 aparece un letrero donde se puede leer "San Bernardino Chalchihuapan. Río de Piedras Preciosas. Tierra de grandes sucesos". El acceso principal al pueblo solamente se ve interrumpido por el puente que pasa por encima de la autopista Atlixco-Puebla y que fue precisamente el escenario de la refriega entre estatales y lugareños.

Apenas al bajar el puente está una caseta de seguridad y la población, inicia la calle Cristo Rey, el acceso es casi inmediato. Del otro lado se alcanza a ver el centro escolar Adolfo López Mateos con un patio rematado por un como de lámina.

“Los niños iban saliendo de la primaria. Por eso estaban ahí de mirones, nadie los llevó, dice el gobernador que porqué se les puso de escudo. ¡Si por aquí pasan!", grita indignada Narcisa Tamayo, tía de José Luis Tehuatlie Tamayo, el niño de 13 años con muerte cerebral que se encuentra con pronóstico reservado en el Hospital General Sur.

Ya estamos hartos", dice Narcisa. "¿A qué vienen? Ya les dijimos todo. Ya nada más queremos que renuncie el gobernador. Que se largue, que nos deje en paz. Nos preguntan que qué queremos, nos preguntan que cómo nos callamos. Los del gobierno nos mandaron a una señorita y ya nos preguntaron hasta cuánto nos gastaríamos en un funeral. Canijos... ¿Qué más quieren? Pues queremos al niño bien... no como nos lo dejaron", grita.

La tía del niño no ha podido visitarlo. Ha apoyado a su hermana Elia cuidando a sus hijos. Tuvo que ir con la hija mayor de Elia a recoger su certificado de secundaria.

¡Tiene cuatro hijos más... Cómo le va a hacer si el que ayudaba era el mayorcito! Nosotros somos gente pobre, nos ocupan en el campo, nos dicen que limpiemos que vayamos y ayudemos. ¡Cómo le va a hacer!", dice Narcisa ya un poco más tranquila.

"Si ya saben cómo es Moreno Valle, para qué votan por él"

Eric Montes, igual que su hermano Javier, el alcalde auxiliar de Chalchihuapan, anda a salto de mata. Javier Montes, ha salido y hoy la presidencia está cerrada con candado.

El edificio que se encuentra en la parte trasera de la Iglesia en el centro de la población está prácticamente sin funcionar. La gente hace hoy el mandado en la plaza. "Está muerta la venta", dicen los vendedores. Los vecinos de otros pueblos no llegan por temor a que se repita una refriega.

Eric Montes casualmente estuvo ese día. Él, como su hermano no está de tiempo completo en la zona.

Yo participé, muchos no estamos cuidando porque nadie sabe quién tiene orden de aprehensión. Yo solamente pasé hoy por ropa. Y ya me voy. Estamos consiguiendo la venta de un tráiler para apoyar en el tratamiento médico de la gente que fue herida", relata Eric Montes que apenas y pasa de los 20 años.

Gilberto Tecalero, otro joven herido, no quiere salir de su casa. "Su mano no va a volver a ser la misma", dice su papá. "Le volaron los tendones. Los dos dedos más chicos, el dedo de en medio le quedó volando" dice el padre de Gilberto. No concede la entrevista ni quiere que le tomen fotos. Teme represalias.

Eric Montes relata que los mismos estatales heridos reclamaron a los pobladores tras la refriega. Cuando todos eran curados por los primeros auxilios fue que soltaron comentarios incluso contra el propio gobernador: "¡Pues si ya saben cómo es para qué votan por él!", relata Eric lo que dijeron los estatales heridos. Él solo saca sus conclusiones mientras señala los lugares en que sobrepasaron en fuerza a los policías estatales:

Ellos nos dieron la Ley Bala, pero nosotros aplicamos la Ley Piedra. La verdad es que el 9 de julio no se nos va a olvidar. No se nos va a olvidar, nunca, por dos cosas. Por nuestros heridos y porque les ganamos a los policías estatales".