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El pasado ocho de noviembre,Los Bunkers presentaron en el Nuevo Teatro La Paz, su nuevo material “La Velocidad de la Luz”, acompañado de canciones que pusieron a todo el público en un movimiento constante de solemnidad, éxtasis y catarsis.
Y no fue para menos, desde el opening con Desperdíciame, Los Bunkers enviaron un mensaje profundo al público poblano, la noche sería un evento propio para hacer a un lado las canciones para mañana.
Canciones como Sábado, No me Hables de Sufrir, Nada nuevo Bajo el Sol y por supuesto, Bailando Solo, crearon un espejismo donde se enfatizó la enorme extensión del rock chileno y la exploración en el rock latinoamericano.
El momento climático del concierto fue, indudablemente, cuando interpretaron Última Canción, donde el vibrato del público quedó en pleno espasmo al ver a los músicos generando ensoñaciones llenas de acordes de nostalgia…
Así, figurando matices indispensables, la cúspide se alcanzó al interpretar La Estación Final y, suspendido por la animación proyectada, el público se dejó llevar por los caminos finos de un rock que ha sacudido no únicamente el escenario mexicano o chileno, sino también de todo Latinoamérica.
Siendo el público poblano uno de los más difíciles de México, los espectadores (no los suficientes pero sí quienes desearon escuchar una de las máximas agrupaciones latinoamericanas) descargaron sus voces al escuchar Una Nube cuelga sobre mí, Ahora que no estás, entre otras.
Los Bunkersrecalcaron, a partir del saludo, sus pocas visitas a la ciudad de Puebla, lo que, para los gustosos de la agrupación, nos dispuso en un encuentro único lleno de emociones y subjetividades.
Ávido el público de más, Los Bunkers regresaron sólo una vez al escenario formulando un concierto de aproximadamente dos horas.
Sería exagerado decirlo pero la agrupación chilena conformada por Álvaro López, Mauricio Durán, Francisco Durán, Gonzalo López y Manuel Basualto suena mucho mejor en vivo que en cualquiera de las grabaciones.
Ojalá pronto contemos con un regreso más de Los Bunkers apreciando el nueva esquema del rock latinoamericano, situándonos en una constante propuesta musical de evolución, con discursos entre la agrupación, el escenario y el público y donde finalmente se aplaude, se agradece y se espera más y más.