19 de Abril del 2024

La apatía de los priistas de la capital poblana

Por Yonadab Cabrera Cruz / /

losamantes inte yona

No hay nada peor que enfrentarse a una turba de priistas antipáticos que juran que quieren ganar, pero no hacen nada para conseguirlo. Que están tan acostumbrados a su zona de confort y solo a medio hacer que trabajan, que prefieren no mover un dedo para salir del hoyo en el que está en su partido.

Este es el primer problema al que se enfrenta Memo Deloya en la competencia por la Presidencia Municipal de Puebla. Sí, el primer obstáculo que debe librar el priista ni siquiera está en otro partido, en la inconformidad de la sociedad con el PRI o en el derroche de recursos por parte de los gobiernos del PAN.

El primer inconveniente, los primeros que quieren meterle el pie —yo espero que inconscientemente— son los propios priistas. Bien dice ese reconocido y tan choteado refrán que dice algo así como “¡El enemigo lo tiene en casa!” y debería de aplicar el también reconocido refrán que dicta que “¡A los amigos hay que tenerlos cerca y a los enemigos más cerca!”.

Resulta que mi buen amigo Memo Deloya convocó a una reunión con algunos priistas de la capital poblana y que podrían integrar su planilla de regidores, para consultarles si había inconveniente con que arrancaran campaña en San Felipe Hueyotlipan, realizando un evento simbólico contra la pobreza y la corrupción.

Y de inmediato las voces de los priistas flojos —por no decirles de otro modo—se empezaron a escuchar y a hacer eco en algún salón de la dirigencia estatal, demostrando que no piensan mover un solo dedo para que su partido y su candidato ganen en la alcaldía capitalina, situación que por supuesto irritó al abanderado del tricolor.

—No mi Memo, yo creo que allá hace mucho calor, me voy a derretir o a tostar más— dijo un muchacho que va para regidor.

—Híjole no sé andar en zapatillas— secundó una seccional priista.

—Memo de acuerdo con el calendario chino, el fengshui, las constelaciones familiares y de los partidos, tenemos que hacerlo cerca de una fuente de agua y allá no hay agua— espetó un priista wevón.

—Memo, Memito, amiguito, y cómo haremos que la gente llegue hasta allá si ni helicóptero tenemos— gritó una priista.

—Allá se aparece la Llorona. Te roban los extraterrestres, te desvalijan los coches, no hay señal de celular, no llega el Spotify, la novela, Laura en América, La rosa de Guadalupe, A cada quien su santo— y un sinfín de pretextos pusieron estos muchachos priistas.

Al final entre Memo Deloya y Enrique Doger aplacaron la flojera de los priistas y acordaron replantear el proyecto para el arranque de la campaña del PRI en la capital poblana.

Publicidad