Saturday, 20 de April de 2024

Qué can Peña Nieto

Por E. Sarah Goza / /

 

queperra ident

Hace unos días que no tenía nada qué hacer, esperaba pacientemente mi turno de entrar al spa para mi baño, mi pedicura, mi bronceado y mi masaje anti estrés.

Me cansé de leer las revistas de perros, de cachorros, el Hola perruno, el Pásala gatuno, el Vanidades de víboras y todas esas revistas que no informan de nada bueno.

Guauuuu, guauuuu, guauuuu.

Me metí a Facebook para ver si encontraba algo de mejor calidad y vaya que sí, casi se me salen mis ojitos de Pug, me salieron unas lágrimas del horror y repulsión que me causaron las imágenes que vi.

Comprendí algo, hay humanos que son más animales que las especies animales y la depravación, la calentura y el deseo carnal es lo más democrático que hay.

Guauuuu, guauuuu, guauuuu.

Y nos llaman a nosotros animales, pero nosotros solo nos reproducimos, no andamos sabroseándonos a medio mundo. No importa la clase social, la educación o los cargos públicos, la calentura y es la calentura.

Y si no, pregúntenle al presidente humano de este bonito país que se sabroseó a mi querida, siempre tierna e inocente Xitlalic Ceja.

Guauuuu, guauuuu, guauuuu.

"!Hooooolaaaa diputada aaaaaaah!" (Léase en tono de los hermanos Warner) fue la expresión de Peña Nieto cuando vio a Xitlalic Ceja pararse frente a él para pedirle una foto.

De inmediato, de sus ojos salieron figuras de corazón, sus orejas de burro se enrollaron como tornillo y agitó su patita chiquita como Tambor, el mejor amigo de Bambi.

Guauuuu, guauuuu, guauuuu.

Sí, nuestra querida Xitlalic fue víctima de miradas libidinosas y deseos carnales del viejo rabo verde de Peña Nieto, y si no me creen, observen detenidamente la siguiente foto y díganme hacia dónde mira nuestro pequeño presidente.

Sí, le está viendo y se está saboreando la retaguardia de la diputada poblana, creo que hasta babeó y le dejó la mancha en el saco a la altura del hombro y después se me hace que corrió al baño para desahogarse.

Guauuuu, guauuuu, guauuuu.

En fin, educación vemos mañas no sabemos.

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