La fuente es confiable, la especie aunque suena en un origen descabellada al parecer no lo es tanto. Y es que en estos momentos que se trata de hundir con todas las fuerzas posibles y existentes a Eduardo Rivera, pues hasta Luis Paredes Moctezuma se sumó recientemente a esa causa, el plan B de los favoritos de El Yunque es ni más ni menos que Liliana Ortiz Pérez, esposa del ex alcalde, Eduardo Rivera
Por eso Lalo Rivera anda con ella de aquí para allá en su campaña a la gubernatura, por eso la lleva a todos lados y sobre todo en el interior del estado, porque la estrategia es que entre más ataquen al ex alcalde, ella usará eso a su favor, pues se haría la víctima.
En un principio, la idea suena un poco fuera de lugar, pero si analizamos bien, Liliana Ortiz terminó bien su gestión como presidenta del DIF, es panista y acaba de solicitar su reafiliación, conoce la grilla interna de su partido y sabe cómo se mueven los hilos de la política por todo lo que ha vivido con su marido.
El DIF, además, deja buenos puntos a favor, vean el caso de Martha Erika Alonso, ella tiene muchos positivos y es aceptada más por su trabajo en el patronato del DIF que por ser la esposa de Rafael Moreno Valle. Está comprobado que si alguien en redes critica al ex gobernador no pasa nada, pero si se meten con la actual secretaria general del PAN, arde Troya.
Qué pasaría incluso en el escenario de Eduardo Rivera en la cárcel (es una suposición, que los morenovallistas les fascina) Liliana podría iniciar una campaña usando la imagen de su marido siendo “un preso político”, con o sin argumentos, esa idea podría pegar en el electorado.
No es el interés de este tunde teclas salir a defender a Lalo Rivera, pero en términos mediáticos y de percepción, la batalla la ha ido ganando el ex alcalde, puesto que existe el pensamiento en la opinión pública de que hay línea para no dejarlo pasar.
Imaginen una batalla electoral entre Martha Erika y Liliana Ortiz ¿quién ganaría? ¿Quién de ellas dos convencería más a los panistas y al electorado? De entrada Martha Erika tiene un buen territorio ganado porque en términos reales ella es la que dirige el PAN, en segundo punto su esposo es dueño del 80 por ciento de toda la estructura en el estado y en tercer punto, como ya habíamos escrito líneas arriba, tiene muchos positivos, pese a la gestión de su marido como gobernador.
Cuando me dijeron que Liliana Ortiz podría ser el plan B de los panistas tradicionales, al principio no lo creí, pero la fuente es buena y muy confiable. Además, si no lanzan a Eduardo Rivera o a su esposa, ya no tienen canicas para jugar.
Uno pensaría que tras la derrota de Josefina Vázquez Mota en el Estado de México, Lalo Rivera está perdido, no obstante, no lo tomen a mal, pero hasta el momento no le han hecho nada y él ya inició campaña por la gubernatura, recorriendo hasta los mercados municipales y la central de Abasto.
Así que aunque esa versión suene muy lejana de la realidad, no hay que echarla en saco roto, puesto que en la guerra y el amor, todo se vale. Y hasta donde se ve, esto es la guerra.
AVISO DE OCASIÓN
Dicen los bien enterados que en el escritorio del gobernador Tony Gali hay una serie de quejas contra secretarios y directores de áreas, de varias dependencias por parte de diversos proveedores de la administración estatal.
La molestia es que no han pagado o terminado de pagar y solo están dando a cuenta gotas los recursos que se habían prometido, en algunos casos, desde la campaña. Saben que Gali no es el responsable de esto, porque sí cumple con su palabra, pero sí algunos de sus funcionarios de quienes presumen se están “jineteando” el dinero, pues aseguran que “llevan 5 meses sin recibir ni el saludo y solo unas cuantas migajas”.
No nos consta esa especie, pero por lo menos ya flota en el ambiente
La fuente es confiable, la especie aunque suena en un origen descabellada al parecer no lo es tanto. Y es que en estos momentos que se trata de hundir con todas las fuerzas posibles y existentes a Eduardo Rivera, pues hasta Luis Paredes Moctezuma se sumó recientemente a esa causa, el plan B de los favoritos de El Yunque es ni más ni menos que Liliana Ortiz Pérez, esposa del ex alcalde, Eduardo Rivera
Por eso Lalo Rivera anda con ella de aquí para allá en su campaña a la gubernatura, por eso la lleva a todos lados y sobre todo en el interior del estado, porque la estrategia es que entre más ataquen al ex alcalde, ella usará eso a su favor, pues se haría la víctima.
En un principio, la idea suena un poco fuera de lugar, pero si analizamos bien, Liliana Ortiz terminó bien su gestión como presidenta del DIF, es panista y acaba de solicitar su reafiliación, conoce la grilla interna de su partido y sabe cómo se mueven los hilos de la política por todo lo que ha vivido con su marido.
El DIF, además, deja buenos puntos a favor, vean el caso de Martha Erika Alonso, ella tiene muchos positivos y es aceptada más por su trabajo en el patronato del DIF que por ser la esposa de Rafael Moreno Valle. Está comprobado que si alguien en redes critica al ex gobernador no pasa nada, pero si se meten con la actual secretaria general del PAN, arde Troya.
Qué pasaría incluso en el escenario de Eduardo Rivera en la cárcel (es una suposición, que los morenovallistas les fascina) Liliana podría iniciar una campaña usando la imagen de su marido siendo “un preso político”, con o sin argumentos, esa idea podría pegar en el electorado.
No es el interés de este tunde teclas salir a defender a Lalo Rivera, pero en términos mediáticos y de percepción, la batalla la ha ido ganando el ex alcalde, puesto que existe el pensamiento en la opinión pública de que hay línea para no dejarlo pasar.
Imaginen una batalla electoral entre Martha Erika y Liliana Ortiz ¿quién ganaría? ¿Quién de ellas dos convencería más a los panistas y al electorado? De entrada Martha Erika tiene un buen territorio ganado porque en términos reales ella es la que dirige el PAN, en segundo punto su esposo es dueño del 80 por ciento de toda la estructura en el estado y en tercer punto, como ya habíamos escrito líneas arriba, tiene muchos positivos, pese a la gestión de su marido como gobernador.
Cuando me dijeron que Liliana Ortiz podría ser el plan B de los panistas tradicionales, al principio no lo creí, pero la fuente es buena y muy confiable. Además, si no lanzan a Eduardo Rivera o a su esposa, ya no tienen canicas para jugar.
Uno pensaría que tras la derrota de Josefina Vázquez Mota en el Estado de México, Lalo Rivera está perdido, no obstante, no lo tomen a mal, pero hasta el momento no le han hecho nada y él ya inició campaña por la gubernatura, recorriendo hasta los mercados municipales y la central de Abasto.
Así que aunque esa versión suene muy lejana de la realidad, no hay que echarla en saco roto, puesto que en la guerra y el amor, todo se vale. Y hasta donde se ve, esto es la guerra.
AVISO DE OCASIÓN
Dicen los bien enterados que en el escritorio del gobernador Tony Gali hay una serie de quejas contra secretarios y directores de áreas, de varias dependencias por parte de diversos proveedores de la administración estatal.
La molestia es que no han pagado o terminado de pagar y solo están dando a cuenta gotas los recursos que se habían prometido, en algunos casos, desde la campaña. Saben que Gali no es el responsable de esto, porque sí cumple con su palabra, pero sí algunos de sus funcionarios de quienes presumen se están “jineteando” el dinero, pues aseguran que “llevan 5 meses sin recibir ni el saludo y solo unas cuantas migajas”.
No nos consta esa especie, pero por lo menos ya flota en el ambiente