Cuando no se tiene memoria y vergüenza
la política es cosa de exprime y tira
no hay compromiso ni defensa de ideas
hacer su vida de artimaña y mentiras.
Traidores del PAN y un senador poblano
como si nada quieren regresar
bien desplumado acabó su gallo
y el fuero ya se les va a acabar.
Los desacuerdos al interior del PAN
no merecían apoyar otro candidato.
Levantar la mano del acérrimo rival
fue un acto mezquino e interesado.
Ahora resulta que aceptarlos de vuelta
es un mensaje de reconciliación
como la esposa que anda de juerga
y ya bailada llega a pedir perdón.
Acá no preocupa el oportunismo cínico
a nadie sorprende su descaro obsceno.
Cambiar de partido es su gran vicio.
Por un buen hueso hay que hacer el esfuerzo.
Inquieta el cinismo del otro poblano
que la dirigencia azul pueda alcanzar,
su pragmatismo es ilimitado
y su regreso les ha de facilitar
pues para algo los ha de usar
(mejor que sobren manos para operar).
¿Serán muy obtusos para dejarlos volver?
Su lealtad ya ha sido probada.
Y en un desacuerdo traicionen otra vez.
Incluso más íntegra fue Margarita Zavala.
Como en política todo es posible
no nos sorprenda verlos azul de nuevo
defendiendo de AMLO a su líder
y denostando al tricolor muerto.
Este grillo no puede con tal descaro.
Mejor nos vemos el lunes temprano.
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