Generaciones alrededor del mundo crecieron escuchando el -casi- himno francés "La vida en rosa" de Edith Piaf. Otros utilizaron el color para sesgar las preferencias de los sexos femeninos y masculinos.
Pero el tiempo pasó y entre todas las referencias que el imaginario colectivo tiene del color rosado, ahora se coloca con fuerza un nuevo elemento que está encantando a la gente: las piñas rosas.
Como Darwin hubiera querido
Estas piñas rosas no son más que un producto de la selección natural. Bueno, más o menos. Así como los agricultores seleccionan las mejores frutas de sus cultivos, con el paso del tiempo hemos aprendido a identificar genes que nos convienen más que otros. La diferencia está en que ahora, gracias a la ingeniería biológica, no tenemos que esperar decenas o cientos de años para que la naturaleza haga 'lo suyo' y nos deje con aquello que necesitamos y es mejor para nosotros.
Desde el 2005 se ha trabajado en un tipo de piña de color rosa. Las maravillas de las piñas rosas es que, además de ser extradulces, gracias al licopeno (responsable del pigmento rojo de los jitomates), las frutas contendrán más anticancerígenos naturales.
Las piñas rosas actualmente son producidas en Hawai y Costa Rica, y aunque mucha gente muestra resistencia a los productos manipulados genéticamente, sus desarrolladores aseguran que las piñas son más seguras y deliciosas para los humanos.
¿Tú qué opinas?
