Las desventuras de Emilia Urquiza continuarán en 2018 con una segunda temporada de Ingobernable, serie original producida por Argos Comunicación para Netflix.
Mi lucha por la justicia no ha terminado, lucharé hasta el final”, indicó la Primera Dama, encarnada por la actriz Kate del Castillo, a través de Twitter un día después de que la actriz Magali Boysselle asegurara que ya se escribe el guión.
Los primeros 15 capítulos, estrenados el pasado 24 de marzo, dejaron un desabrido sabor de boca a quienes esperaban con emoción el regreso a las tramas políticas de Kate del Castillo, quien decidió no pisar suelo mexicano ante la posibilidad de que la PGR la aprehenda por su presunto vínculo con Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Errores de secuencia, escenas de sexo injustificadas, bajo aprovechamiento de personajes secundarios, son algunos de los temas que ensombrecen la historia que intenta narrar de forma simple la corrupción de las fuerzas armadas con el narcotráfico, su responsabilidad en la desaparición forzada de personas y la influencia de las agencias de inteligencia estadounidenses en el desarrollo de la política mexicana.
Algunos críticos han señalado que tener dos equipos de producción es el principal problema de la serie. Algunas escenas se graban con Kate en California mientras que el resto se filma en la Ciudad de México así como en el Estado de México. Sin embargo, es el guión el que no logra ensamblar todos los elementos y extremos ni acepta que al tener a una protagonista en otro punto del mundo debe desarrollar a uno o varios personajes secundarios por encima del rol de Kate.
El romance de Kate no genera la tensión necesaria, aún con los aceitosos desnudos, ni tampoco se entiende cuando la Primera Dama ve con nostalgia el matrimonio y la familia que tenía antes de llegar a Los Pinos, dos años atrás. Momentos en el que Emilia Urquiza aún se duele por la pérdida del presidente Diego Nava no encajan con las escenas de sexo que sostiene con Canek, su principal aliado.
Un punto y aparte es la música que acompaña la serie, que denota la mano de Lynn Fainchtein. En las escenas de sexo empleadas para explotar la presencia de Kate, es la música y no las secuencias de película porno antigua lo que saca cada capítulo adelante.
Ojalá que la siguiente temporada haga eco de las quejas de los principales críticos que son los espectadores y ofrezca una mejor solución a la persecución de la que es objeto la Primera Dama.