Soy el caminante que nunca encuentra sosiego. El eterno buscador de nuevas experiencias bajo el sol y la luna. Quien está dispuesta a escalar el Everest sólo para aspirar aire puro y quien desciende por las aguas del golfo para ver un espectáculo de flora y fauna acuática. Mi objetivo es mirar lo más que se pueda y descifrar los designios de la existencia natural. Grabar en mi mente fotografías de los espectáculos más bellos del mundo porque sé que en el último día de mi existencia lo único que pasará conmigo al otro mundo, si es que existe, será la imagen del Danubio azul que se refleja en tus ojos.
En esta ocasión me toca hablar del lugar que me vio nacer. He recorrido México de norte a sur y de este a oeste. Me tardé la mitad de mi existencia buscando los mejores lugares, los más insospechados y escondidos. En esta travesía kilométrica descubrí los rincones más asombrosos y conocí a personas de belleza extraordinaria. En uno de esos viajes conocí al amor de vida, quien después de un juramento de amor se convirtió en la mejor compañera de viajes. Con ella aprendí que las mejores travesías son las que se hacen en compañía del amor y la virtud. No importan los lujos, comodidades y los desayunos a la habitación. Es preferible salir a las calles y mimetizarse con el ambiente. Dejar de ser un individuo para formar parte del paisaje.
De aquellas experiencias puedo decir con franqueza que los mejores viajes son los baratos. Basta una mochila, un suéter y una gorra. En el camino se comprarán provisiones en los mercados y algún recuerdo artesanal. Lo más valioso es la experiencia y el recuerdo que se transforma en la fotografías jamás tomada. Déjense llevar y viajen sin dinero en las manos pero con una riqueza incomparable en sus corazones.
La cascada de Cusárare en Chihuahua
Este destino es barato para las personas que viven en el norte del país, aunque si se planea con antelación y se compra el pasaje meses antes, el viaje será barato para todos. La cascada de Cusárare tiene una caída permanente de 30 metros de altura, escondida en medio de un inmenso bosque de pinos. Aquí también se encuentra uno de los miradores más impresionantes de la Barranca de Cobre para que tomes las mejores fotos de tu vida.
La isla del amor en Cozumel
Para quien no conozca este lugar, es importante mencionar que es una enorme isla en la zona de la Rivera Maya. Para llegar tienes que tomar un ferry en el puerto de Playa del Carmen que zarpará mar adentro durante una hora. La espera es magistralmente recompensada al llegar a sus idílicas playas vírgenes. Renta un auto descapotado y recorre junto con tu pareja toda la costa de Cozumel, que sin lugar a dudas, quedará grabada en tus recuerdos y en lo más profundo de sus corazones
Campeche – México
La mejor forma para llegar a Campeche es en avión. Resulta barato cuando se compran los boletos al menos tres meses antes, pero no te preocupes porque el año comienza y puedes ahorrar ahora y viajar en verano, la mejor época del año. Este lugar es de los pocos que aún conservan la inocencia de un recinto idílico y familiar. El tiempo transcurre diferente aquí y es imposible no enamorarse de la belleza arquitectónica que dejaron los españoles a su llegada. Es un terreno virgen que es necesario preservar y gozar al máximo, puesto que está a la vuelta de nuestro país.
El puente de Ojuela en Durango
El puente de Ojuela es un lugar que desborda intensidad. La altura de esta estructura cuelga a 110 metros por encima del sueño y cuenta con 300 metros de largo. Cuando se viaja de mochilero los lujos no son necesarios, todo se trata de conocer cosas nuevas y excitantes. Puede que Durango te quede un poco lejos, pero si tomas un camión el viernes por la noche tendrás todo el fin de semana para disfrutar los alrededores. El regreso sería el domingo por la noche para llegar en vivo al trabajo o la escuela.
Cabo San Lucas, Baja California Sur
En la región de Baja California Sur se encuentra uno de los lugares más espectaculares de México. Si eres amante de la naturaleza, éste es el lugar ideal, ya que en sus agitadas aguas encuentran refugio numerosas especies de mamíferos marinos, como la ballena gris, que viaja cada año desde Alaska para dar a luz a sus crías, así como delfines, focas y leones marinos.
Puebla
Para las personas que viven en el centro del país, a unos cuantos kilómetros se encuentra uno de los lugares más culturales de todo México. Quizá Puebla no tenga la misma afluencia de extranjeros que Playa de Carmen o Cancún, pero lo que se vive dentro de su territorio es impresionante. Las zonas de Cholula o Atlixco están llenas de bares, así que si lo que quieres es olvidarte de tus compromisos pasados con una expareja, no dudes en visitarlo. De paso conoce la zona arqueológica que revitalizará tu espíritu.
Playa de Miramar, Tamaulipas
Playa Miramar, ubicada en Ciudad Madero, a tan sólo unos minutos del Centro Histórico de Tampico, es uno de los atractivos turísticos más importantes de Tamaulipas. Es una playa perfecta para los interesados en cuidar el medio ambiente, ya que en 2010 se convirtió en la primera playa certificada del Golfo de México en materia de sustentabilidad para uso recreativo. Al sur se encuentra el Malecón, un agradable paseo peatonal en donde es un espectáculo ver cómo se funde el mar con el Río Pánuco.
La laguna de los siete colores en Quintana Roo
Esta laguna al sur de Quintana Roo se caracteriza debido a que se pueden distinguir siete diferentes tonalidades de azul en sus aguas. Muestra tu lado más romántico con esta increíble vista para después internarte en las cabañas rústicas al pie de la laguna para consumar el más puro y colorido amor.
Las Pozas de Xilitla en San Luis Potosí
Es un viaje fantástico y económico si lo planeas a detalle. El esfuerzo de juntar dinero para viajar a la zona norte del país será recompensado cuando te encuentres con el único jardín surrealista que existe en el mundo. Fue construido por el poeta inglés Edward James en la década de los 60. Ya te imaginarás la gran carga simbólica que tiene este recinto para todo el país. Con un fin de semana basta para conocer las Pozas y regresar con una nueva experiencia artística.
Sierra Gorda de Querétaro
La Sierra Gorda es un gran zona boscosa que se mantiene verde gracias a las constantes lluvias. Para entrar aquí hay que poseer un corazón aventurero, que puede ser complementado con un espíritu romántico y una pareja. Recorrer los senderos, atravesar las colinas y respirar el aire puro es un descanso al ajetreo cotidiano. Lo mejor es que cuando comienza el suave rocío de agua, podrás abrazar a tu pareja, posar tus labios en los suyos y sentir que están en el centro del mundo, rodeados de paz y naturaleza.
Mi consejo es dejarse llevar por el entorno y rechazar cualquier lujo superfluo que sólo alteran el verdadero sentido de viajar. Lo más importante es sentir la tierra firme, respirar un aire puro y observar el horizonte infinito de la mano de la persona amada. Si aún crees que necesitas un plan más barato existen viajes que se pueden hacer con menos de mil pesos.