Vida y Estilo

París abre el polémico primer gimnasio para entrenar desnudo

- Foto: Especial

Quien quiera utilizar las instalaciones de este gimnasio de 21 a 23h tiene que desnudarse obligatoriamente

Por El País /

Cuando la Asociación Naturista parisina publicó esta semana que la alcaldía había reconocido el gimnasio Roger Le Gall como el primer gimnasio nudista de la capital francesa nadie daba crédito. Pero es oficial: los abonados de este centro deportivo del distrito 12 van completamente desnudos todas las noches de la semana de 21 a 23h.

Mucha gente no entiende porque hay que ir desnudo obligatoriamente para practicar deporte. Principalmente por motivos higiénicos y de salud pública, pero la polémica estalló rápidamente en las redes francesas al saber cómo se logró la licencia del primer gimnasio nudista francés: "Esto proviene de una oportunidad propuesta por la ciudad", dijo Julien Claudé-Penegry, portavoz de la Asociación Naturista.

Así pues, fue la alcaldía quien ofreció la opción y el lugar. Y ellos aceptaron con éxito asegurado. Teniendo en cuenta que la sala está limitada a 19 personas al mismo tiempo por requisitos legales, ya hay casi 400 solicitudes de acceso las cinco noches de la semana. Además, los lunes, martes y viernes, los visitantes que no son socios del gimnasio también pueden participar pagando 10 euros.

Éramos muchos naturistas frustrados, que sentíamos que no podíamos disfrutar de nuestra ciudad al 100%. Ahora hay un espacio para nosotros", concluyó Pénégry. La elección del gimnasio no es casualidad porque en sus instalaciones gozan desde hace años de una piscina con horarios específicos para nudistas.

La noticia se ha publicado en el diario deportivo L’Equipe y los comentarios de los lectores no tienen desperdicio:

“Es un problema de higiene y pienso en todos aquellos socios (es decir, el 99%) que van a la sala de máquinas alrededor de las 20h y que estarán contentos de no tener acceso vestidos...”

“No me imagino la limpieza del equipo, sabiendo que siempre habrá quien olvide su toalla en una bicicleta. Francamente desagradable”

“¡Increíble! ¡Estamos empeorando! Pronto tendremos que ir a trabajar todos desnudos”

Afortunadamente no todos son críticas y el humor hace acto de presencia:

“Finalmente podré demostrar que no todos los musculados la tenemos pequeña”

"¡No están desnudos, llevan chanclas!"

Y, como no, siempre se cuela algún comentario desagradable:

“Entonces, si entendí bien, si no os importa ir desnudos y las mujeres quieren entrenarse así no les perturbará que las miremos”.

Mientras nadie diga lo contrario, el gimnasio del distrito 12 seguirá siendo un bastión de pesas, sudor y cuerpos desnudos en plena noche parisina.

El País