Política

Así fue como Moreno Valle desarticuló al Yunque en Puebla; Lalo Rivera la última víctima

- Foto: Especial

Desde que Rafael Moreno Valle asumió la gubernatura en 2011, se dedicó a establecer una serie de estrategias para apoderarse del partido en Puebla y dejar al Yunque fuera sin ningún poder sobre las decisiones que se toman en la entidad

Por Osvaldo Macuil / @OsvaldoMacuil /

Con la inhabilitación por 12 años del exalcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, cayó la última cabeza de El Yunque poblano, la organización que paulatinamente fue debilitándose ante la estrategia empleada por el exgobernador, Rafael Moreno Valle desde 2011 para tener el control absoluto del Partido Acción Nacional (PAN).

Antes de la llegada del grupo morenovallistas, El Yunque ostentaba la toma de decisiones. Tenía las dirigencias del partido en el estado, designaba candidaturas, y negociaba elecciones, y de acuerdo a versiones periodísticas, obra pública con los gobiernos del PRI.

A partir del 2011, cuando Moreno Valle asumió la gubernatura, el ala conservadora del partido fue perdiendo punch, y esto se debió al acotamiento de sus liderazgos históricos.

Francisco Fraile García, el pastor de Acción Nacional, dejó de ser una voz crítica cuando estuvo a punto de ser apresado por irregularidades en la delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Su compañera de batallas panistas, Ana Teresa Aranda no pudo volver a ganar una contienda interna, y tras acusar a Moreno Valle de corrupto y llevar practicas priistas al PAN, decidió renunciar para ser candidata independiente.

Los dirigentes estatales del PAN, Juan Carlos Mondragón y Rafael Micalco fueron defenestrados por no seguir el juego político-electoral del ahora aspirante presidencial panista, y no se les permitió reelegirse en el cargo.       

Juan Carlos Espina y Miriam Arabían fueron relegados en el Cabildo de Puebla, donde encabezan una minoría dentro de la fracción panista.

Pablo Rodríguez Regordosa traicionó al Yunque y se convirtió en un ferviente militante del neo-panismo. Desde la secretaría de Competitividad, Trabajo y Desarrollo realizó diversos negocios con la llegada de Audi, –señalamientos documentados por E-Consulta–. Actualmente es el encargado de controlar al PAN en la capital.

La cabeza de Eduardo Rivera fue la última que rodó con la guadaña morenovallista y que suma a la lista de trofeos del ex mandatario. Por ahora, tendrán al exalcalde en la congeladora y no podrá participar en la elección de 2018.

Al otrora pastor del PAN, el morenovallismo lo denunció ante la Procuraduría General de la República (PGR) en 2014 por un supuesto daño patrimonial cometido en la delegación del IMSS.

Después de ello, dejó de ser criticó del régimen. En 2015 ofreció su apoyo para la esposa de Moreno Valle, Martha Erika Alonso asumiera el control del PAN estatal desde la secretaria general.

Ana Teresa Aranda

En 2013, La Doña se sumó a la campaña de Antonio Gali Fayad para la alcaldía. Después de ello continuó con su rol de crítica del morenovallismo.

Tras la designación de Martha Erika Alonso como secretaria general decidió renunciar a su militancia de 26 años y convertirse en candidata independiente a la gubernatura en 2016.

Recientemente, la dirigencia estatal de Acción Nacional anunció que expulsarán a 73 militantes que le dieron su firma a Ana Teresa Aranda para alcanzar su registro como independiente.

Juan Carlos Mondragón Quintana    

Asumió la dirigencia estatal del PAN en 2009 y se convirtió en uno de los promotores para que Moreno Valle fuera su candidato a la gubernatura en 2010.

Tras el triunfo en la elección, el morenovallismo trató de adueñarse de la dirigencia, lo cual desencadenó en una ruptura irreconciliable. En 2012 trató de reelegirse, por lo que el Congreso Local modificó el calendario electoral para que Mondragón dejara el cargo.

Luego de una serie de negociaciones con el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Mondragón dejó el cargo a Rafael Micalco y se autoexilio para estudiar en el extranjero.    

Rafael Micalco

De 2012 a 2014, Rafael Micalco se convirtió en el dirigente que el morenovallismo necesitaba. Después de ello, levantó la voz y la relación con Moreno Valle se acabó. En 2015tambien buscó la reelección, pero en su lugar nombraron al inexperto Jesús Giles y como secretaria general a Martha Erika Alonso.

Recientemente, Micalco fue acusado de comprar terrenos con sobrecosto antes de dejar la dirigencia panista, por lo cual es investigado.

Eduardo Rivera

Durante su gestión como alcalde de Puebla de 2011 a 2014 libró una guerra contra Moreno Valle, pues el exgobernador pretendía asumir las decisiones de la capital. Rivera se negó y se convirtió en el enemigo número uno.

La venganza se consumó el 7 de abril pasado. El Congreso inhabilitó a Lalo Rivera por 12 años y le fincó una multa de 25 millones de pesos por no solventar irregularidades en su cuenta pública del 2013. 

Los traidores del Yunque

El exterminio del Yunque no hubiera sido posible sin una serie de panistas que traicionaron al ala conservadora del partido entre ellas, el líder de la capital, Gerardo Maldonado quien accedió a renunciar a su derecho de convertirse en presidente municipal como suplente de Tony Gali.

Además de aquellos que participaron en la elección de 2010 gracias a la dirigencia de Juan Carlos Mondragón y que después decidieron quedarse con el morenovallismo como: Mario Riestra, Jesús Saldivar, Josefina Buxade y Miriam Galindo.

Otra que traicionó al Yunque fue Leonor Popocatl quien fue premiada con un cargo en la administración pública. Recientemente al cumulo de traiciones se sumó el regidor Miguel Méndez cuando decidió no unirse a la revuelta contra la cuenta pública del edil municipal, Luis Banck.

Otros traidores también son: Rafael Guzmán, Oscar Daza y Félix Hernández.