Jesús Antonio Hernández Cruz, el joven ejecutado el 20 de noviembre en el Superama de la Calzada Zavaleta, Puebla, se dedicaba a distribuir droga en el Mercado Hidalgo y fungió como gerente de antros que utilizaba Sangre Nueva Zeta para el lavado de dinero.
“El Chucho” era uno de los hombres más cercanos a Eduardo González Barreda, “El Lalo”, quien fue trasladado de la cárcel de San Miguel al penal de Tepexi de Rodríguez después de ser amenazado con una narcomanta firmada por el Cártel Jalisco Nueva Generación, que apareció en Puebla el 14 de noviembre.
Fuentes dentro de la Secretaría de Seguridad Pública informaron a PÁGINA NEGRA que para ejecutar a “El Chucho” fue contratada la banda conocida como “Los Chuckys”.
Dos de “Los Chuckys” fueron detenidos en el operativo de la Policía Estatal y la Municipal que fue desplegado tras la ejecución. Al ser presentados con los Ministeriales intentaron amedrentarlos diciendo que provenían de Guadalajara, Jalisco, para dar a entender que tenían una relación con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Los registros de las autoridades estatales plantearon que los dos detenidos correspondían a la banda conocida como “Los Chuckys” y que provenían de Atlixco.
“El Chucho”
Amigos y conocidos de Jesús Antonio Hernández Cruz, informaron a PÁGINA NEGRA que el joven ejecutado en el estacionamiento de la tienda de autoservicio visitaba el penal de San Miguel casi todos los días cuando “El Lalo” todavía se encontraba interno ahí.
Incluso ese mismo 20 de noviembre acudió al penal de San Miguel para ver a otros miembros de Sangre Nueva Zeta y pidió prestados 20 mil pesos para comprar más drogas.
En la estructura de la banda dirigida por José Eduardo González Barreda “El Lalo", el joven ejecutado se desempeñaba como administrador de un bar y como contador de varios negocios ilícitos.
Entre ellos se encontraba el funcionar como enlace con narcomenudistas del Mercado Hidalgo y “El Lalo”, quien ya había resuelto una alianza con “La Mafia de Analco” para controlar norte, oriente y sur de la ciudad de Puebla.
Hasta el momento, ni la Fiscalía General del Estado ni la Secretaría de Seguridad Pública Estatal han informado de manera oficial sobre las investigaciones de la ejecución de Jesús Antonio Hernández Cruz.
Los amigos del joven administrador de Sangre Nueva Zeta comenzaron a colocar en sus cuentas de Facebook mensajes póstumos tras su muerte.
VER: Sangre Nueva Zeta controla droga y alcohol en San Miguel; amenazan con amotinarse
Como informó PÁGINA NEGRA, la ejecución sucedió aproximadamente a las 18:00 horas de este lunes 20 de noviembre y la versión inicial señaló que Jesús Antonio Hernández Cruz se encontraba en el estacionamiento del Superama de la avenida Zavaleta con sus atacantes.
La Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal a través de Twitter publicó su versión señalando que "al parecer como consecuencia de una riña entre personas que estaban bebiendo sobre Calzada Zavaleta, una persona falleció. Es posible que las personas involucradas sean trabajadores de la construcción. Por medio de un operativo conjunto se detuvo a dos personas y se aseguraron un vehículo y un arma de fuego".
El vehículo asegurado fue la camioneta Nissan y el arma fue una pistola nueve milímetros con la que por lo menos se disparó en siete ocasiones contra “El Chucho”.
La zona fue acordonada desde Camino Real hasta la Recta a Cholula con sentido a Forjadores. Al lugar, arribaron elementos de la Policía Estatal y Municipal así como de la Fiscalía General del Estado para realizar las diligencias correspondientes. Hasta el momento la Fiscalía no ha reportado avances sobre las investigaciones.
VER: Así inició la guerra que libran Los Zetas y el CJNG en el Triángulo Rojo (MAPA)