Imprimir esta página

Delincuencia

Saúl Romero, el padrote detenido en Puebla que obligaba a niñas a dar hasta 40 servicios sexuales diarios

- Foto: Especial

Después de ocho años de mantenerse prófugo a pesar de ser uno de los traficantes de personas más buscados en los Estados Unidos, México y Centroamérica, Saúl Romero Rugerio fue detenido en Puebla

Por Edmundo Velázquez / @mundovelazquez

/ Puebla, Puebla

Saúl Romero Rugerio fue detenido el pasado 4 de marzo después de ser buscado durante ocho años, acusado de ser uno de los tratantes de personas más peligrosos de Tenancingo, Tlaxcala. Junto con su familia sedujo, captó, trasladó y prostituyó a niñas de varios estados de México y Centroamérica para después pasarlas como indocumentadas a Estados Unidos. En un departamento en Atlanta, estado de Georgia, las obligaba a dar hasta 40 servicios sexuales en un día, que cobrara en 30 dólares cada uno.

Según informó la Procuraduría General de la República (PGR) desde 2009, Saúl y su hermano Miguel Ángel se daban una vida de lujos en Tenancingo con autos último modelo mientras que construyeron un inmueble para sus padres valuado en 10 millones y medio de pesos, ubicado en la misma población.

La familia Romero Rugerio fue ubicada en México a raíz de que el 21 de abril de 2009, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) advirtió a la PGR sobre el rescate de tres menores que eran explotadas sexualmente en la ciudad de Atlanta.

Las tres niñas eran protruidas por los hermanos Miguel Ángel y Saúl Romero Rugerio, quienes también eran apoyados por sus padres Emiliano Romero Ramírez, María Juana Rugerio Saucedo o Cristina Rugerio. Los hermanos Romero captaron a estas tres mujeres y con ayuda de sus padres viajoron a los Estados Unidos de América para prostituirlas. De acuerdo a los datos de la Federación, dos menores de edad provenían de Tabasco.

Las dos menores de edad lograron escapar del departamento de Atlanta y regresaron a México para esconderse en Veracruz y Tabasco, donde fueron localizadas por elementos de la Agencia Federal de Investigación. Las dos jovencitas confirmaron el modus operandi de la familia Romero Rugerio.

Los hermano enamoraron a las dos niñas en una escuela de Tabasco. Las convencieron de vivir con ellos, las invitaron a viajar a Tlaxcala y les propusieron vivir ahí por lo menos una semana.

Ya que las menores de edad se encontraban en Tenancingo, las volvían a engañar diciendo que no podían mantenerlas y que tenían muchas deudas, por lo que les proponían que viajaran juntos a los Estados Unidos como ilegales.

Prostituidas en Atlanta

Una vez en territorio norteamericano, les decían que tendrían que ayudarlos a pagar sus deudas trabajando como sexoservidoras y las llevaban a un departamento en Atlanta donde las recibía Cristina Hernández Suárez.

Cristina servía como inductora en su nuevo trabajo. El primer día en el departamento les revelaba la verdad. Tenían que prostituirse por una cuota de 30 dólares por un encuentro sexual de 15 minutos con cada cliente.

Dependiendo el día, debían de atender hasta 40 clientes ya que sábados y domingos subía la demanda. Las cuotas podían subir si el cliente exigía otra posición sexual o que la joven se quitara una prenda de vestir o debían cumplir solicitudes especiales.

Saúl mantuvo engañadas a sus "novias" señalando que debían de darle todo el dinero que juntaran para pagar sus deudas y así poder regresarlas a México. Una vez que la mentira de la deuda ya no convencía a las jovencitas, les decían que habían comenzado a construir una casa que al regresar a México sería suya.

A todas las chicas captadas por Saúl y su hermano se les dijo lo mismo, e incluso se les mostraban las mismas fotografías de la casa en construcción. Las víctimas temían ser descubiertas por su familia, además no podían salir porque sabían que las autoridades norteamericanas las detendrían y deportarían. La investigación contra Saúl y su familia consiste únicamente en cinco casos de todos los que pasaron por sus manos.

Tras el escape de las dos niñas de Tabasco y al ser encontradas en México se inició la investigación. En 2009 fue detenido Miguel Ángel Romero Rugerio por autoridades norteamericanas mientras que en México, el 11 de septiembre de 2009, se ejecutó una orden de cateo en el domicilio de la familia Romero Rugerio, en Tenancingo, Tlaxcala.

En la casa se rescataron a dos niños de dos años y cuatro meses de edad, a quienes la familia mantenía en cuidado, desconociendo el paradero de sus madres. Sin embargo, un año después fue localizada la madre de uno de ellos. Esta mujer admitió ser una sexta víctima.

El 3 de septiembre del 2011 la PGR obtuvo de un juez federal en el Distrito Federal la sentencia condenatoria por la comisión del delito de trata de personas en contra de los padres de Miguel Ángel y Saúl.

A Emiliano Romero Ramírez y María Juana Rugerio Saucedo el juez federal les impuso una pena de 37 años y seis meses de prisión, así como una sanción de cuatro mil 500 días de multa, equivalentes a 231 mil 608 pesos a cada uno.

VER: Interpol y PGR detienen en Puebla a líder de trata que operaba en México, Estados Unidos y Centroamérica

A Cristina Hernández Suárez, la madrota que cuidaba de las jovencitas, se le dio pena de 28 años y seis meses de prisión y dos mil 850 días multa, equivalente a 145 mil 639 pesos.

En la misma resolución se ordena el decomiso de la casa de los Romero, el bien inmueble que se construyó con dinero producto de la trata de cuatro de las víctimas del delito y fue valuado en 10 millones 446 mil pesos. Se ordenó la entrega del inmueble al Servicio de Administración de Enajenación de Bienes para el remate de la casa y un monto proporcional del dinero fue entregado a cada una de las víctimas.

El 4 de marzo del 2017, ocho años después de mantenerse prófugo, la Procuraduría General de la República (PGR) y la Interpol México detuvieron en la capital de Puebla a Saúl Romero Rugerio, el líder de una banda, quien fue presentado ante el Ministerio Público de la Federación con sede en la ciudad de Tlaxcala por su participación en la trata de menores de edad, mexicanos y centroamericanos en los estados norteamericanos de Alabama, Carolina del Sur, Florida, Georgia, Texas y Nueva York.