Un presunto defraudador que para evitar ser identificado se borró las huellas digitales de las manos, fue detenido por segunda vez en este año.
En marzo pasado, el sospechoso, quien ha dado tres nombres diferentes, fue capturado en el estacionamiento de una clínica privada al sur de la ciudad, en donde citó a una de sus víctimas para venderle una camioneta de la que se había apoderado con un cheque sin fondos.
El Ministerio Público lo envió a prisión, pero el juez del Sistema Procesal Penal Carlos Morales García le otorgó la libertad condicional tras el pago de 80 mil pesos de fianza y la obligación de acudir a firmar al juzgado cada dos semanas.
Hace unos días fue detenido de nuevo tratando de estafar a otra persona a la que le ofrecía una camioneta en el estacionamiento de Plaza Universidad. De nueva cuenta lo presentaron ante un juez de control, que en las próximas horas resolverá su situación legal.
Las autoridades saben que este sujeto ha defraudado desde hace más de una década con el mismo modus operandi: compra autos con cheques sin fondos y los vende de inmediato en precios más bajos de lo normal para obtener rápidas ganancias.
Ha usado los nombres de Jonathan Berke Migoni, Gonzalo Isidro López Fuentes y Antonio Valdés Quiroz. Ha estado preso en Texas, Estados Unidos, así como en el Reclusorio Sur y en el Norte.